Chiquita despide a miles: ¡se intensifica el caos de huelgas en Panamá!
Chiquita despide a miles de trabajadores bananeros en Panamá debido a huelgas contra las reformas de pensiones, lo que desató protestas violentas.

Chiquita despide a miles: ¡se intensifica el caos de huelgas en Panamá!
Chiquita ha anunciado que despedirá a miles de empleados en Panamá, consecuencia directa de meses de huelgas. Estas huelgas, que continúan desde el 24 de abril, fueron organizadas por varios sindicatos y están dirigidas contra una controvertida reforma de las pensiones. La empresa informó que las pérdidas económicas debidas al paro ascienden ahora a al menos 75 millones de dólares, el equivalente a 66 millones de euros. Los despidos afectan a unos 4.900 empleados sin contrato permanente, mientras que Chiquita emplea en total a unas 7.000 personas en Panamá, como informa vienna.at.
Los huelguistas no sólo exigen cambios en la reforma de las pensiones, sino que también piden solidaridad a otros grupos profesionales. Maestros, grupos indígenas y trabajadores de la construcción se suman a las protestas. Otro punto central de las protestas es el acuerdo de seguridad entre Panamá y Estados Unidos, que pretende permitir una mayor presencia militar estadounidense en el Canal de Panamá. La situación se intensificó recientemente en la provincia de Bocas del Toro, donde hubo enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y los trabajadores en huelga, como informa Deutschlandfunk.
Violencia y escalada de protestas
Las protestas en Panamá se han convertido ahora en un conflicto grave. Hubo informes de quema de barricadas, incendio de tiendas y automóviles y ataques a comisarías de policía en Changuinola. Al menos dos trabajadores murieron a tiros y más de 300 personas, incluidos agentes de policía, resultaron heridas en los enfrentamientos. Además, más de 100 huelguistas fueron detenidos en el conflicto y hay toque de queda nocturno. Los huelguistas también exigen la derogación de una nueva ley laboral neoliberal aprobada durante el gobierno del presidente Ricardo Martinelli, que restringe aún más los derechos de los trabajadores. A pesar de los violentos enfrentamientos, decenas de miles de personas esperaron en la ciudad de Panamá el domingo la manifestación más grande de los últimos años para luchar por sus derechos y exigir salarios más altos y pago de horas extras, según taz.
El presidente Martinelli, en el cargo desde mayo de 2022, intenta restar importancia a las protestas calificándolas de organizadas por “extranjeros y figuras de la oposición”. Las reformas impulsadas por su gobierno permiten a las empresas despedir a los huelguistas y reemplazarlos con nuevos trabajadores, lo que ha alimentado aún más la ira entre los trabajadores. A medida que el gobierno aumenta el despliegue policial para contener los disturbios, los trabajadores están decididos a luchar por sus demandas, incluida la derogación de las nuevas leyes y un salario justo.