Infancia estresante: ¡triplica el riesgo de dolor para los adultos!
Un estudio muestra que las experiencias estresantes en la infancia triplican el riesgo de sufrir dolor crónico en la edad adulta.
Infancia estresante: ¡triplica el riesgo de dolor para los adultos!
Un estudio reciente muestra que las experiencias estresantes en la infancia aumentan drásticamente el riesgo de dolor crónico en la edad adulta. Los niños de 10 a 12 años que han estado expuestos a este tipo de experiencias tienen tres veces más probabilidades de sufrir dolor crónico en el futuro. Estos hallazgos se basan en un estudio realizado en gran parte por un equipo de investigación de Austria y publicado en la revista "Diagnostics". Incluye 2.577 sujetos de prueba que fueron tratados en distintos departamentos del Hospital Universitario de Innsbruck y arroja luz sobre la conexión entre el trauma infantil y el desarrollo de enfermedades de dolor crónico en el futuro. Vienna.at informa que En Europa, se estima que entre el 12% y el 14% de la población sufre dolor crónico. Estos no sólo pueden reducir significativamente la calidad de vida, sino que también pueden tener impactos socioeconómicos masivos.
El estudio muestra que los costes anuales del dolor crónico en Europa oscilan entre el 3 y el 10% del producto interior bruto. Particularmente alarmante es la relación entre el dolor crónico, la depresión y la ansiedad, que ya se conocía pero no se había estudiado previamente en relación con la edad de desarrollo de los niños.
Experiencias estresantes en la infancia.
Casi un tercio de los participantes del estudio afirmaron haber padecido dolor crónico durante más de seis meses. Los sujetos de prueba informaron en cuestionarios sobre malos tratos, experiencias traumáticas y síntomas de dolor. Alrededor del 30% de los encuestados experimentó de una a tres experiencias estresantes en la infancia, mientras que alrededor del 6% afirmó haber tenido más de tres de esas experiencias. Las experiencias estresantes más comunes incluyen el abuso emocional, la negligencia física o psicológica, siendo el abuso emocional el más común con alrededor del 18%. Se ha demostrado que el factor de riesgo de dolor crónico depende de la dosis: la probabilidad aumenta 1,5 veces con una a tres experiencias e incluso se triplica con cuatro o más. ORF Tirol añade que La fase entre 10 y 12 años fue identificada como particularmente vulnerable.
Los resultados de la investigación resaltan la necesidad de una identificación temprana y apoyo psicosocial a los niños afectados para evitar consecuencias para la salud a largo plazo. El estudio complementa los hallazgos de trabajos anteriores que examinan la conexión entre el trauma infantil y una mayor probabilidad de enfermedad, particularmente en adultos más jóvenes. Según datos de la Estudio de salud NAKO Las enfermedades mentales como los trastornos de ansiedad y la depresión son efectos secundarios más comunes.
Consecuencias a largo plazo del trauma infantil
El estudio sugiere que los efectos del trauma infantil no sólo afectan la salud mental durante la niñez, sino que también pueden provocar enfermedades físicas en la edad adulta. Se ha descubierto que las personas más jóvenes que sufrieron traumas infantiles tienen un riesgo significativamente mayor de padecer enfermedades como cáncer, ataques cardíacos y diabetes tipo 2. Las diferencias entre géneros muestran que las mujeres reportan más diagnósticos de cáncer, ansiedad y depresión, mientras que los hombres reportan más enfermedades cardíacas y diabetes. Este hallazgo resalta la urgencia de la identificación y el tratamiento tempranos del trauma infantil para minimizar el impacto en la salud.
En resumen, las investigaciones muestran que las sombras de la infancia pueden tener un profundo impacto en nuestra salud y resaltan la importancia de las medidas preventivas. Los estudios subrayan la necesidad de crear una mayor conciencia sobre los efectos psicológicos y físicos del trauma infantil y también de tener esto en cuenta en el contexto del Día Mundial de la Salud Mental.