La movilidad eléctrica en China: ¡La estrategia revolucionaria supera a la industria automovilística alemana!

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Un experto chino analiza el liderazgo del país en movilidad eléctrica y explica por qué Alemania se está quedando atrás.

La movilidad eléctrica en China: ¡La estrategia revolucionaria supera a la industria automovilística alemana!

Beijing/Berlín – El ascenso de China en el campo de la movilidad eléctrica es sorprendente y se está produciendo a un ritmo rápido. Si bien los fabricantes alemanes como Volkswagen han obtenido importantes beneficios con los coches de combustión durante años, ahora están viendo una fuerte caída de las cifras de ventas en la República Popular, donde la transición hacia los vehículos eléctricos está cobrando impulso. Las razones de este cambio significativo son diversas y están determinadas por el progreso técnico y consideraciones estratégicas.

El politólogo y experto en China Anders Hove, que trabajó en Beijing durante más de una década y más recientemente trabajó como codirector de un proyecto de transición energética entre Alemania y China, explica por qué China está en la vía rápida en lo que respecta a la movilidad eléctrica. Según Hove, hay varios factores que conducen a este desarrollo.

Precios competitivos y ventajas económicas.

Según Hove, una de las razones clave del éxito de los coches eléctricos chinos es la relación precio-rendimiento. Mientras que los compradores en Europa y EE.UU. tienen que pagar una prima importante por los coches eléctricos, en China pueden adquirir modelos atractivos a precios razonables. Hove deja claro que el ascenso de China no se debe a subsidios poco éticos o salarios más bajos, sino a inmensas economías de escala. “Los precios de las baterías han bajado debido a la gran demanda y la producción se ha vuelto mucho más eficiente”, explica el experto.

Entre bastidores, China está aplicando una estrategia integral de política industrial y utilizando subsidios que en muchos casos se derivan de métodos que tienen éxito en Occidente. A diferencia de Europa, donde la influencia del Estado en la economía a menudo se minimiza, China promueve fuertemente la competencia y la innovación. Este apoyo ha llevado a que la industria automotriz china no sólo crezca, sino que también establezca constantemente nuevos estándares.

Una infraestructura de carga eficiente como garantía de éxito

Otro aspecto clave del éxito de China en el campo de la electromovilidad es la rápida expansión de la infraestructura de carga. Hove destaca que en China se necesita mucho menos tiempo para cargar vehículos que en Europa. Gracias a los métodos de pago digitales ampliamente utilizados, como Alipay y WeChat, el proceso de carga suele comenzar en segundos. "En comparación con los métodos de pago a menudo complicados en Europa, China se encuentra aquí en una dimensión diferente", añade Hove.

Esta infraestructura más eficiente ha permitido que el número de estaciones de carga aumente enormemente desde 2019, lo que supone una clara ventaja para los compradores de vehículos. El experto compara su propia experiencia en China, donde tuvo que esperar menos de 30 segundos en una estación de carga para que comenzara el proceso de carga, con los procesos mucho más lentos en los países occidentales.

Cambiando los hábitos y la mentalidad del consumidor a la hora de comprar un coche

Otro factor son los diferentes hábitos de compra de los chinos. Andersen supone que los coches eléctricos en China se consideran menos inversiones a largo plazo y más productos que se reemplazan periódicamente por modelos más nuevos. Esto promueve una cultura de cambio rápido y adaptación continua a los últimos modelos y tecnologías. Otros factores que afectan a los compradores de automóviles eléctricos en China van desde un mayor orgullo nacional hasta una menor atención a las consideraciones ambientales al tomar decisiones de compra.

Aunque Hove deja claro que los coches eléctricos son respetuosos con el medio ambiente incluso si la electricidad no procede de fuentes renovables, es consciente de que las reducciones a largo plazo de las emisiones de CO₂ deben desempeñar un papel importante en la transición energética.

La cuestión sigue siendo si la industria automovilística alemana podrá mantener su posición frente a esta creciente presión competitiva. Sin embargo, Hove no cree que China tenga una ventaja tecnológica exclusiva. Cree que los fabricantes occidentales tienen potencial al confiar en centros locales de innovación y producción, similares a los de China, para garantizar su competitividad futura.

Pero el apoyo político sigue siendo esencial. Existe un marco estable en China que permite a la industria crecer continuamente y reducir el costo de las tecnologías de baterías. Se trata de una ventaja competitiva crucial que los fabricantes europeos necesitan urgentemente para competir en el mercado global. La incertidumbre sobre las directrices políticas en Occidente podría resultar un factor crítico en el futuro.

Para obtener más información y un análisis detallado del desarrollo de la movilidad eléctrica en China y su impacto en el mercado global, consulte la cobertura. www.merkur.de información extensa.