Bolsonaro sentenciado a 27 años de prisión: ¡el futuro democrático de Brasil se tambalea!

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El ex presidente Jair Bolsonaro de Brasil fue sentenciado a 27 años de prisión por intentos de cupones. El veredicto cayó el 11 de septiembre de 2025.

Ex-Präsident Jair Bolsonaro von Brasilien wurde wegen versuchten Staatsstreichs zu 27 Jahren Haft verurteilt. Das Urteil fiel am 11. September 2025.
El ex presidente Jair Bolsonaro de Brasil fue sentenciado a 27 años de prisión por intentos de cupones. El veredicto cayó el 11 de septiembre de 2025.

Bolsonaro sentenciado a 27 años de prisión: ¡el futuro democrático de Brasil se tambalea!

El ex presidente Jair Bolsonaro fue culpable en Brasil debido a su intento de golpe de estado y tiene que esperar una sentencia de prisión de más de 27 años. El Tribunal Federal de Justicia supremo (STF) en Brasília emitió la sentencia el 11 de septiembre de 2025, con cuatro de cada cinco jueces votaron por la condena. A pesar de la posibilidad de una sentencia de más de 40 años, los jueces decidieron que Bolsonaro tiene que pasar 27 años y tres meses en prisión. Este castigo marca un momento histórico porque Bolsonaro es el primer presidente brasileño en ser condenado por intentar derrocar después de su mandato. No fue publicado personalmente para el veredicto y ha estado en el arresto domiciliario desde principios de agosto de 2025 por violaciones de las condiciones.

El fiscal público y el tribunal acusan a Bolsonaro de haber planeado un intento de golpe de estado contra su sucesor Luiz Inácio Lula da Silva después de su derrota electoral en 2022. El plan proporcionó anunciar y aplicar un estado de emergencia, pero sin el apoyo del liderazgo militar. El 8 de enero de 2023, sus seguidores asaltan el edificio del Congreso, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial en Brasilia. En ese momento, Bolsonaro estaba en los Estados Unidos mientras se llevaban a cabo los disturbios. El juez Alexandre de Moraes describió a Bolsonaro como "líder de una organización criminal" y se refirió a evidencia que tomó su planificación para el derrocamiento, incluidas las manipulaciones sobre el sistema electoral y las reuniones secretas con los ministros.

Polarización política y reacciones sociales

El juicio continuó polarizando a Brasil. Bolsonaro y sus partidarios representan las acusaciones como motivadas políticamente. La defensa argumentó que las acusaciones se basaban en interpretaciones distorsionadas. Bolsonaro recibió el apoyo del ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien describió la condena como "muy sorprendente" y elogió a Bolsonaro como un "buen presidente". Trump comparó la situación con sus propios procedimientos legales y enfatizó que Estados Unidos "reaccionaría adecuadamente a esta caza de brujas".

La audiencia judicial es una intensificación de las tensiones políticas en Brasil. Los expertos temen que las protestas puedan ocurrir en las próximas semanas. El politólogo Mayra Goulart señaló que muchos participantes ocuparon puestos que deberían otorgar el estado de derecho. 1.400 participantes en el intento de golpe fueron arrestados, mientras que los tiradores de cuerdas políticas y militares permanecieron en gran medida indiscutibles. Existe una timidez general para castigar al personal militar porque podrían tener un efecto potencialmente desestabilizador.

Sigue y Outlook

La sentencia contra Bolsonaro también tiene un impacto en sus derechos políticos. La Corte Suprema de la Corte retiró el derecho pasivo de votación a mediados de -2030. Bolsonaro también es castigado por sus declaraciones sobre la integridad de las elecciones, que se consideraron inconstitucionales. A pesar de las severas acusaciones, una gran mayoría de los brasileños no creen en un regreso a la dictadura. Muchos recuerdan la dictadura militar entre 1964 y 1985 y aprecian la democracia en el país.

En general, la situación política en Brasil se caracteriza por la polarización extrema, y ​​la población está involucrada en o contra Bolsonaro. Julia Dualibi, periodista, explica que la mayoría de los brasileños no anhelan una dictadura, lo que subraya la considerabilidad de la democracia brasileña. La experiencia del pasado podría ser crucial para la preservación de los valores democráticos en Brasil.