Los submarinos nucleares de Putin: ¿la última esperanza para el futuro del GNL de Rusia?

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El proyecto Arctic LNG 2 de Putin está estancado debido a las sanciones. Pone nuevas esperanzas en los submarinos nucleares. ¿Una empresa arriesgada?

Los submarinos nucleares de Putin: ¿la última esperanza para el futuro del GNL de Rusia?

Moscú – Los desafíos del ambicioso proyecto “Arctic LNG 2” de Vladimir Putin están aumentando. Este proyecto, considerado fundamental para la economía rusa, se enfrenta a importantes dificultades. Las sanciones occidentales han significado que Rusia no tenga los cargueros necesarios para transportar el gas natural licuado desde las instalaciones del Ártico a Asia. Pero el ingenio pasa a primer plano en tiempos de necesidad, y Putin parece tener una solución extraordinaria en mente.

Para garantizar el suministro a largo plazo de GNL, es decir, gas natural licuado, Rusia ha comenzado a desarrollar submarinos de propulsión nuclear para el transporte de GNL. Un alto funcionario dijo que se espera que esta medida innovadora reduzca drásticamente el tiempo de transporte a través de la Ruta del Mar del Norte (NSR). La NSR se extiende a lo largo de la costa ártica rusa y ofrece una ruta más rápida en comparación con el Canal de Suez.

Transporte de GNL en condiciones extremas

La idea de utilizar submarinos nucleares para transportar GNL tiene fuerza: estos nuevos buques tendrán 360 metros de largo y 70 metros de ancho y serán capaces de transportar 180.000 toneladas de GNL. Mikhail Kovalchuk, un asesor claramente influyente de Putin, presentó los planes en una conferencia industrial en San Petersburgo. Esta nueva clase de barco podría proporcionar una alternativa viable a los gaseros regulares, que a menudo dependen del apoyo de los rompehielos en las condiciones del Ártico.

Pero las opiniones sobre esta estrategia están divididas. Los expertos señalan que es posible que Rusia no pueda realizar un submarino de este tipo. Alexander Nikitin, un experimentado especialista naval, expresó su preocupación por la falta de la capacidad necesaria para construir y operar estos submarinos. Sin mencionar la necesaria formación de la tripulación y los requisitos de mantenimiento adicionales.

Rutas de transporte alternativas: la economía sumergida

Además de esta ambiciosa solución, hay informes sobre el uso de los llamados petroleros en la sombra. Fotos de satélite muestran que un buque cisterna de GNL sancionado en el Mediterráneo puede estar transfiriendo cargamentos de GNL a otro barco. Se menciona aquí el petrolero “Pioneer”, que se encuentra bajo sanciones y ha desactivado sus transpondedores para no ser localizado. Estas operaciones secretas son arriesgadas; El transbordo de GNL en alta mar representa un desafío importante.

Estos acontecimientos subrayan el impulso de Putin para mantener en funcionamiento el negocio de GNL de Rusia a pesar de las sanciones occidentales. Sigue siendo cuestionable si los submarinos de propulsión nuclear realmente representan una solución práctica o si simplemente deberían verse como un “farol”. La situación podría empeorar aún más, ya que el proyecto es crucial para la economía rusa y no siempre están disponibles los recursos y la infraestructura necesarios.

La implementación de estos ambiciosos planes demuestra los desafíos que Rusia debe superar en el camino hacia un papel dominante en el mercado global de GNL y plantea interrogantes sobre el futuro del proyecto y la política energética del país. Los observadores sienten curiosidad por ver cómo se desarrollarán estos acontecimientos, especialmente dadas las tensiones geopolíticas y las condiciones económicas en constante cambio.

En esta fase crítica, queda por ver si estos submarinos tripulados, dotados de un concepto audaz, aportarán realmente la solución esperada. El tiempo dirá qué decisiones estratégicas tomará el Kremlin en los próximos meses para ejecutar los proyectos más ambiciosos de Putin.