¡Estrino de 91 años abre el Museo de Pesasos Personales en el Hayloft!
Vinzenz Kronabitter, de 91 años, abre un museo campesino único en Eibiswald, que da información sobre los tiempos pasados.

¡Estrino de 91 años abre el Museo de Pesasos Personales en el Hayloft!
En el Eibiswald de Stiria, el Kronabitter de Vinzenz, de 91 años, hizo realidad su sueño: creó su propio pequeño museo campesino. Esto se encuentra en el heno de su edificio de la granja, que anteriormente se usaba para que el ganado se preparara para el alimento. El museo alberga numerosas rarezas que recuerdan a los tiempos pasados y muestran impresionantemente cómo solían funcionar los agricultores. Krone.at informa que Vinzenz tiene un total de nueve hijos.
El Hayloft, ahora lleno de exhibiciones históricas, invita a los visitantes a sumergirse en el pasado. La selección de objetos refleja los modestos comienzos y el trabajo duro que fue necesario para llevar a cabo con éxito una granja. Es un lugar de memoria que preserva el conocimiento de las viejas técnicas de trabajo y las formas de vida.
Una vida para la agricultura
Vinzenz Kronabitter es un testimonio vivo de una generación que ha contribuido significativamente al desarrollo agrícola en la región. Su pasión por la vida en el campo y las tradiciones asociadas se reflejan en la presentación cuidadosa de las exhibiciones. El Hayloft, que cumplió su propósito original durante muchos años, ahora ha encontrado una nueva tarea.
El museo es un signo de la apreciación de la agricultura y la historia que está conectada con él. No solo muestra el pasado, sino que también actúa como una institución educativa para las generaciones más jóvenes. Kronabitter espera que su museo no solo tenga información, sino que también despierta interés en la agricultura.
Tiempos cambiados
Aunque los tiempos han cambiado, el amor de la agricultura vive en los recuerdos de la generación anterior. Con su compromiso, Vinzenz Kronabitter muestra lo importante que es preservar las tradiciones y transmitir el conocimiento. El Hayloft sigue siendo no solo un retiro de recuerdos, sino también una sección viva del patrimonio cultural de la región.