Europa finalmente está despertando de su letargo militar
Europa podría finalmente despertar del letargo militar tras el impacto de la era Trump. Los debates sobre el gasto en defensa y la autonomía estratégica están aumentando. ¿Un punto de inflexión?
Europa finalmente está despertando de su letargo militar
Fue un ataque televisivo que dio a muchos en Europa la esperanza de evitar la guerra. La dura crítica de Donald Trump al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en la Casa Blanca fue un rayo para la alianza transatlántica y despertó ilusiones arraigadas desde hace mucho tiempo en Europa sobre si su aliado estadounidense los apoyará en la lucha contra la agresión rusa.
Un replanteamiento en Europa
En shock, tal vez incluso con miedo, Europa parece haber finalmente considerado sus necesidades de autodefensa en la era Trump. "Es como si Roosevelt le diera la bienvenida a Churchill a la Casa Blanca y comenzara a intimidarlo", dijo a CNN el legislador europeo Raphaël Glucksmann.
Rompiendo tabúes en el sector de defensa
En un mes en el que el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, calificó a Europa de “PATÉTICA” en un chat grupal con funcionarios gubernamentales por depender de la defensa de otros, el continente ha roto tabúes de defensa que datan de décadas. Se discutieron políticas que habrían sido inimaginables hace apenas unas semanas.
El mayor cambio tuvo lugar en Alemania, la economía más grande de Europa. Después de las elecciones federales, el canciller designado Friedrich Merz ganó una votación parlamentaria para abolir el “freno de la deuda”, un mecanismo para limitar la deuda nacional.
Una nueva era para Alemania
Este cambio en la ley esencialmente permite un gasto ilimitado en defensa y seguridad. Los expertos estiman que esto podría liberar hasta 600 mil millones de euros (652 mil millones de dólares) para Alemania durante la próxima década. "Este es un punto de inflexión en Europa porque Alemania ha estado rezagada -especialmente entre los países grandes- en lo que respecta a la defensa", dijo Piotr Buras, miembro principal del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
Al superar su fobia a la deuda, Alemania finalmente actuó como si realmente hubiera pasado un "punto de inflexión", o "punto de inflexión", según Buras. "Sólo el shock de Trump llevó a esta decisión fundamental de suspender el freno de la deuda", añadió. "Éste es el verdadero punto de inflexión".
Cambios en la política nuclear
En la vecina Francia, el presidente Emmanuel Macron -que desde hace tiempo aboga por una "autonomía estratégica" europea frente a Estados Unidos- ha dicho que está considerando extender la protección de su arsenal nuclear a sus aliados. Los comentarios de Macron se produjeron después de que Merz sugiriera conversaciones con Francia y el Reino Unido sobre la ampliación de sus garantías de protección nuclear.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, acogió con satisfacción esta idea e incluso pidió a Polonia que considerara la posibilidad de adquirir armas nucleares. Mientras tanto, Polonia y los Estados bálticos de Estonia, Lituania y Letonia, todos vecinos de Rusia, se retiraron del Tratado de Ottawa de 1997 sobre minas terrestres, considerado durante mucho tiempo como un hito para poner fin a la guerra masiva. Lituania ya ha anunciado la compra de 85.000 minas terrestres. Polonia planea producir 1 millón de minas terrestres.
Regreso al servicio militar obligatorio
El servicio militar obligatorio también ha regresado al continente. Dinamarca ha hecho que las mujeres sean elegibles para el servicio militar obligatorio a partir de 2026 y ha reducido los requisitos de salud para algunos roles para fortalecer las fuerzas armadas del país. Polonia también ha anunciado planes para que todos los varones adultos reciban entrenamiento militar.
Incluso los países tradicionalmente neutrales están reconsiderando sus posiciones. El gobierno irlandés, que ha participado activamente en el mantenimiento de la paz, presentó un proyecto de ley que permitiría el envío de tropas sin la aprobación de las Naciones Unidas, evitando un posible veto ruso o estadounidense.
Nuevos desafíos y preocupaciones
Durante mucho tiempo ha existido en Europa la verdad incómoda –y a menudo tácita– de que la protección contra la invasión dependía en última instancia de la caballería estadounidense. Este apoyo parece ahora menos seguro.
El cambio afecta no sólo a quién luchará, sino también a quién proporciona las armas. Algunos han comenzado a cuestionar las futuras compras de los astronómicamente caros aviones F-35 fabricados en Estados Unidos que varias fuerzas aéreas europeas querían adquirir. El Ministro de Defensa portugués, Nuno Melo, dijo que su país estaba revisando las compras esperadas de los aviones a favor de alternativas europeas debido a las preocupaciones sobre los suministros controlados de repuestos por parte de Estados Unidos.
Desafíos a la unidad europea
Aunque Europa parece haber captado el mensaje, las conversaciones sobre un enfoque unificado aún son prematuras. Cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dio a conocer un plan para invertir miles de millones en defensa, España e Italia estaban preocupados. Desde entonces, el plan pasó a llamarse “Preparación 2030”.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, también descartó enviar tropas italianas como parte de un contingente europeo para mantener la paz en Ucrania en caso de que se llegue a un acuerdo negociado, otro tema crucial sobre el cual el continente está dividido.
El cambio de nombre apunta a una línea divisoria en Europa: cuanto más lejos está un país de Rusia, es menos probable que dé prioridad a las armas sobre la mantequilla. El primer ministro español, Pedro Sánchez, dijo este mes que “nuestra amenaza no es que Rusia lleve sus tropas a través de los Pirineos”.
"Los desafíos que enfrentamos son algo diferentes a los que enfrenta el flanco oriental", añadió.
Gabrielius Landsbergis, ex ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, expresó su enojo a CNN por las declaraciones españolas, señalando que una reciente visita a Kiev, donde suenan las sirenas de ataque aéreo la mayoría de las noches, hace que sea muy fácil imaginar escenas similares en Vilnius en el futuro. "Cuanto más se avanza hacia el oeste, más difícil es imaginar algo así. Todos los problemas, todas las decisiones son relativas", afirma Landsbergis.
¿Una conclusión positiva?
Aunque esta división geográfica podría profundizar las diferencias, Buras del ECFR dijo que la unidad europea total siempre será una "ilusión". “Lo que realmente importa es lo que hacen los países clave”, subrayó, señalando a Alemania, Francia, Reino Unido y Polonia. "Quiero ser cautelosamente optimista, pero creo que ahora estamos en el camino correcto".
Cuando se le preguntó si marzo pasará a la historia como el mes en el que Europa despertó, Buras respondió: "Sí, nos despertamos, pero ahora tenemos que vestirnos".