Comer carpa en Kitzbühel: ¡tradición con un poco de suerte!
El 6 de enero de 2025 se celebró en Kitzbühel la 34.ª cena de la carpa por primera vez sin Franz Beckenbauer, con invitados destacados y una tradición festiva.
Comer carpa en Kitzbühel: ¡tradición con un poco de suerte!
En Kitzbühel se celebró una fiesta muy arraigada dedicada a la memoria de Franz Beckenbauer. Las celebridades se reunieron por 34ª vez el 6 de enero de 2025 en el renombrado Hotel Kitzhof Mountain Design Resort para la tradicional cena de carpas, un evento que se estrenó sin el emperador del fútbol después de su muerte en enero de 2024. Alrededor de 150 invitados, entre ellos nombres destacados como Margit y Clemens Tönnies, así como Stefan Bloch, fueron recibidos calurosamente por la familia Beckenbauer y el director Johannes Mitterer. "Es un gran honor para nosotros continuar este año con esta tradición especial", afirmó Mitterer, quien destacó la importancia de este evento.
La costumbre de comer carpa implica envolver una o dos escamas lavadas del pescado en papel plateado y guardarlas en la billetera como talismán para simbolizar buena suerte y estabilidad financiera en el Año Nuevo. La carpa se sirvió como un delicioso filete al horno preparado por el chef Jürgen Bartl y su equipo. Además, este año se celebró por primera vez un juego de adivinanzas, cuyos beneficios se destinaron a la Fundación Franz Beckenbauer y se celebró el 40 aniversario de esta organización. meinkreis.at informó.
Un regreso impresionante a una querida tradición.
Después de una pausa de dos años, la querida tradición finalmente pudo revivir. "Estamos muy contentos de poder invitarles una vez más a la cena de la carpa, que ya se ha convertido en una tradición para nosotros", añadió Mitterer. Además de numerosos amigos de Beckenbauer, también estuvieron presentes ganadores electorales de la historia del deporte, como el ex campeón mundial de fútbol Andi Brehme y la campeona olímpica Maria Höfl-Riesch, que subrayaron la importancia de este evento. oe24.at anotado. Tanto la experiencia culinaria como la celebración de la comunidad fueron consideradas como un homenaje al legado de Beckenbauer: un regreso realmente impresionante para un evento lleno de tradición.