El Papa Francisco ora por la paz y la salud: ¡creyentes unidos!
El Papa Francisco reza públicamente por la paz y la salud. La misa en la Plaza de San Pedro aborda la enfermedad y la esperanza en tiempos difíciles.
El Papa Francisco ora por la paz y la salud: ¡creyentes unidos!
El 6 de abril de 2025, el Papa Francisco apareció nuevamente en público y dirigió su oración del Ángelus a los fieles. Rezó por los enfermos y los trabajadores sanitarios y pidió apoyo y respeto para los médicos, enfermeras y todos los trabajadores sanitarios. En un momento en el que los desafíos globales a los sistemas de salud están aumentando, también pidió inversiones en tratamiento e investigación para apoyar a quienes lo necesitan. Francisco también habló sobre los conflictos en curso y pidió la paz para los civiles en Ucrania y la Franja de Gaza, donde muchas personas inocentes, incluidos niños, están sufriendo.
En su discurso, el Papa pidió el fin de la violencia y la reanudación del diálogo en las zonas de crisis. Oró por las diferencias y los conflictos en Medio Oriente, Sudán, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo, Myanmar y Haití y apeló a la gente a mantener la esperanza de paz. Alrededor de 20.000 creyentes se reunieron en la Plaza de San Pedro para participar en una misa por los enfermos y los trabajadores sanitarios. Esta fue encabezada por el arzobispo Rino Fisichella mientras el Papa Francisco estuvo ausente debido a su convalecencia.
La celebración del Año Santo de los enfermos
La misa fue un punto culminante de la celebración del Año Nuevo para los enfermos. En su homilía, centrada en el tema "La enfermedad como escuela de amor", monseñor Fisichella citó al profeta Isaías: "He aquí, ahora estoy haciendo algo nuevo. Ya está germinando, ¿no os dais cuenta?". Este mensaje, dirigido a un pueblo que sufre en el exilio, estaba vinculado a las experiencias de los enfermos y de los trabajadores de la salud. Enfatiza la importancia de permanecer unidos en tiempos de desesperación y no perder de vista las posibilidades de curación y esperanza.
También se dirigieron palabras de aliento a los trabajadores de la salud, a quienes se les pidió que actuaran con gratitud y humanidad. La enfermedad ha sido descrita como una de las pruebas más duras de la vida, en la que Dios no deja a las personas solas en su debilidad. El sermón abordó, por un lado, los desafíos de la asistencia sanitaria y, por otro, la necesidad de compartir la dignidad y el sufrimiento de los enfermos como aspectos fundamentales de la experiencia humana.
Paz y violencia en el mundo.
En un contexto más amplio, las palabras del Papa están relacionadas con la complejidad de la relación entre fe y violencia. Según la Agencia Federal para la Educación Cívica, las diferencias religiosas rara vez son la causa principal de los conflictos; A menudo son factores políticos y económicos los que conducen a la violencia. Aunque el número de conflictos armados en todo el mundo ha ido disminuyendo desde la década de 1990, la conexión entre religión y violencia sigue siendo una cuestión controvertida.
Los movimientos religiosos pueden generar movilizaciones tanto pacíficas como violentas. Para evitar la instrumentalización de las diferencias religiosas por parte de élites violentas, es importante proteger la autonomía de las comunidades religiosas y promover la educación religiosa. El Papa llama a los fieles a buscar la paz a través del diálogo y el entendimiento compartido, lo cual es crucial en tiempos de conflicto global.
El regreso del Papa Francisco después de 38 días de tratamiento hospitalario en el Vaticano muestra que el pontífice vuelve a participar activamente en la vida de la iglesia y mantiene su compromiso con los más vulnerables de la sociedad. Al iniciarse el Año Jubilar de 2025, se espera que el Papa continúe desempeñando un papel central en el diálogo global sobre la paz y la humanidad.