Austria ante la agitación política: ¡el FPÖ camino al poder!
El futuro político de Austria está en peligro: el FPÖ y el ÖVP están negociando un nuevo gobierno. Una valoración.
Austria ante la agitación política: ¡el FPÖ camino al poder!
Después de 100 días de inacción política, Austria podría encaminarse hacia un nuevo comienzo, ya que el presidente federal, Alexander Van der Bellen, ha encargado al presidente del FPÖ, Herbert Kickl, la formación de un nuevo gobierno. Esto sucede en un momento en el que se hace evidente un juego de sombras entre las ideas del Partido de la Libertad y las fuerzas conservadoras del ÖVP. Según el comentario de AUSTRIA Será crucial que los dirigentes de los dos partidos acuerden un programa de reforma común en las próximas tres semanas. Si bien esto genera esperanzas de estabilidad económica, los desafíos de la política exterior apuntan a un conflicto potencial.
Las crecientes conversaciones entre el FPÖ y el ÖVP podrían llevar a Austria a un entorno de extrema derecha, lo que preocupa a muchos ciudadanos. Kickl, conocido por sus declaraciones controvertidas y su actitud crítica hacia el Estado (su lema es que "la ley debe seguir a la política"), querrá formar un gobierno viable con su partido. Según informes de Deutschlandfunk El fracaso de las negociaciones y de unas nuevas elecciones podrían hacer que el FPÖ tuviera aún más éxito. La débil posición del ÖVP, debilitada por las luchas internas, aumenta la urgencia de las conversaciones de coalición, mientras que el FPÖ ocupa una destacada posición negociadora.
Riesgos para Europa
La posibilidad de que el FPÖ, que tiene estrechos vínculos con el Fidesz de Viktor Orban en Hungría, tenga influencia en la política exterior y de la UE de Austria es motivo de preocupación. Kickl se ha pronunciado repetidamente en contra de las sanciones europeas, en particular contra Rusia. Esto podría significar que Austria podría seguir el camino de Hungría y Eslovaquia, lo que tiene consecuencias importantes para todo el contexto nacional de la UE. Las negociaciones de las próximas semanas serán de crucial importancia no sólo para Austria, sino también para sus vecinos europeos.