¿Arte o provocación? Discusión sobre el cartel de Niwa en el otoño de Graz Estiria

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Descubra las controvertidas obras de arte del Otoño de Estiria, que examinan críticamente cuestiones sociales actuales como el nacionalismo y la identidad. Una mirada a “Horror Patriate” y más en Graz.

¿Arte o provocación? Discusión sobre el cartel de Niwa en el otoño de Graz Estiria

La actual exposición de arte “Horror Patriate” está causando revuelo en el corazón de Graz. Lo que inicialmente parecía una simple introducción a la exposición rápidamente se convirtió en un tema provocativo y controvertido cuando la policía encubrió el cartel del artista Yoshinori Niwa “Limpiar un cartel durante el período electoral hasta que ya no sea legible”. Esto sucedió antes de la inauguración oficial, y el provocativo eslogan “A cada uno lo suyo” en el cartel recuerda mucho al fatídico eslogan “A cada uno lo suyo” de la era nazi. Esta situación plantea la cuestión de si se trata de un examen crítico de las ideas nacionalsocialistas o de una glorificación progresiva.

El FPÖ de Estiria reaccionó inmediatamente ante la presentación del cartel y expresó duras críticas. Esta obra de arte es una de las pocas piezas del “Otoño” de este año que no se incorporó al concepto tradicional de museo alternativo (nacional). En su libro programático, la directora artística Ekatarina Degot aborda el papel de los museos como “fábricas de identidades nacionales”, lo que parece especialmente relevante en vista del creciente populismo de derecha. La exposición en la Neue Galerie Graz pretende crear un contrapunto a los museos nacionales comunes utilizando enfoques humorísticos y críticos.

Discusiones artísticas y referencias históricas.

Un ejemplo sorprendente del enfoque curatorial de esta exposición es la película “Noreia” de Jan Peter Hammer. La película de aproximadamente 45 minutos ilumina cómo la ilusión de una ciudad celta de gloria surgió de un amor equivocado por la patria. Utilizando la ciudad de St. Margarethen en Estiria, que pasó a llamarse Noreia en 1930, la película muestra cómo se utilizan narrativas históricas para respaldar esta ilusión. Además de la película, se recrean escenas históricas con miembros de un club dedicado a preservar esta supuesta tradición. La película también está asociada con el monumento nunca realizado a la supuesta historia gloriosa de Noreia.

Otra obra de arte destacable es la luz de neón de Peter Friedl titulada “Kill and Go”, que hace referencia al crimen de asesinato de cuatro gitanos en Oberwart. El mensaje subyacente lo capta el color rojo, blanco y rojo, que refleja los colores nacionales de Austria. Enfrente cuelga una figura de una “mujer eslava” de la sala de trajes tradicionales del Museo Etnológico de Graz. Esta representación se utiliza para poner en primer plano la xenofobia a través de la simple representación de la ropa blanca del personaje, una clara referencia a las opiniones retrógradas que existían sobre las minorías en el pasado.

Los límites del discurso museístico

Sin embargo, sigue siendo de temer que tales enfoques del arte, a pesar de su calidad, queden estancados dentro del discurso artístico típico y contribuyan poco al debate más amplio sobre el preocupante giro hacia la derecha en las sociedades democráticas. Los contextos de los museos a menudo parecen aferrarse a fenómenos históricos, mientras que los problemas actuales moldeados por la globalización neoliberal sólo se mencionan de pasada.

Gran parte del público al que se pretende dirigir el contenido crítico de esta exposición ya pudo estar preclasificado por el tipo de presentación y el contexto discursivo. Los movimientos de derecha rara vez se incluyen en las exposiciones de arte contemporáneo, por lo que la discusión tiende a estar en el ámbito de los críticos interesados ​​en el arte. El cartel electoral diseñado por Yoshinori Niwa sigue siendo el único elemento que provoca un intenso debate.

Una exposición adicional que sirve como apéndice a la presentación actual en la Neue Galerie es “Kunst Heimat Kunst Revisited”. Esto recuerda al proyecto original que tuvo lugar en 1992 en el marco del Otoño de Estiria e ilumina el concepto de hogar desde una perspectiva crítica. La versión “revisitada” documenta las importantes contribuciones artísticas y representa una importante lección de historia que muestra lo que el arte puede hacer cuando se le da la libertad de hacerlo.

En resumen, se puede decir que la actual exposición de arte en Graz no sólo impresiona por sus provocativas obras, sino también por las profundas preguntas asociadas sobre la identidad nacional y su relevancia contemporánea. Estos debates son más importantes que nunca, especialmente en una época de cambio global y crecientes tendencias de derecha. Y aunque la discusión en torno al cartel de Niwa quizás provoque la única reacción controvertida, la pregunta sigue siendo cuánta influencia pueden tener en última instancia tales exposiciones en la sociedad.

Puede encontrar más información sobre este apasionante tema. en un artículo en www.artmagazine.cc.