Manifestación masiva en Londres: ¡110.000 ciudadanos exigen el fin de la migración!
El 13 de septiembre de 2025, más de 110.000 personas se manifestaron contra la migración en Londres, organizadas por Tommy Robinson, mientras los contramanifestantes protestaban.

Manifestación masiva en Londres: ¡110.000 ciudadanos exigen el fin de la migración!
El sábado 13 de septiembre de 2025 tuvo lugar en Londres una de las mayores manifestaciones de derecha de la historia reciente de Gran Bretaña. La manifestación fue organizada por el activista antiinmigración Tommy Robinson, cuyo nombre real es Stephen Yaxley-Lennon, conocido por haber fundado la Liga de Defensa Inglesa. Según la policía de Londres, alrededor de 110.000 personas participaron en la marcha, y los manifestantes exigían políticas de asilo más duras con lemas como "Envíalos a casa" y "Detengan los barcos".
El evento, que según Robinson fue una “celebración de la libertad de expresión”, estuvo acompañado de numerosos enfrentamientos violentos. Los agentes de policía fueron reprimidos con “fuerza inaceptable” mientras intentaban mantener a los manifestantes en la ruta aprobada. Durante la marcha se produjeron enfrentamientos en los que los servicios de emergencia fueron atacados con botellas, bengalas y otros proyectiles. Hasta el momento nueve personas han sido arrestadas y es probable que haya más arrestos. La policía se desplegó con más de 1.600 agentes para controlar la situación, especialmente debido a los partidos de fútbol y conciertos simultáneos en la ciudad.
Mensajes políticos y de apoyo.
La manifestación también atrajo la atención internacional. Elon Musk, hablando por videoconferencia, pidió un cambio de gobierno en Gran Bretaña. Robinson también recibió el apoyo de destacados populistas de derecha como Steve Bannon y Éric Zemmour. El eurodiputado de AfD, Petr Bystron, también expresó su solidaridad con los manifestantes. Los reunidos ondeaban banderas de Inglaterra, Gran Bretaña, Estados Unidos e Israel mientras coreaban consignas contra el primer ministro Keir Starmer.
Paralelamente a esta gran manifestación tuvo lugar una contramanifestación bajo el lema “Levántate contra el racismo” con alrededor de 5.000 participantes. Esto se opuso a las declaraciones racistas y la retórica agresiva que se escucharon ruidosamente durante la manifestación principal. Según la socióloga Aleksandra Lewicki de la Universidad de Sussex, la política migratoria británica ha sido un tema central en el debate político durante años. Más de 28.000 inmigrantes han cruzado el Canal de la Mancha hacia Gran Bretaña este año, alimentando aún más las tensiones en la sociedad.
Resistencia cultural y social
El panorama político británico está actualmente muy polarizado. Los disturbios racistas a veces son fomentados por las posiciones de extrema derecha de los partidos mayoritarios, como el Partido Conservador. Suella Braverman, ex ministra del Interior, habló de una “invasión” de refugiados e incluso pidió la retirada del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Tales declaraciones contribuyen a envenenar el clima social y refuerzan el racismo antimusulmán y antieuropeo del Este.
Aunque el gobierno laborista enfrenta críticas constantes y, entre otras cosas, ha abolido las opciones de alojamiento inhumanas para los solicitantes de asilo, continúa implementando leyes de inmigración estrictas. Esto está llevando a que los movimientos antirracistas tengan una voz más fuerte en ciudades como Brighton, mientras que la violencia y el racismo aumentan en otras partes del país. No se pueden pasar por alto los paralelos históricos con disturbios racistas anteriores, particularmente en lo que respecta a los ataques incendiarios a hoteles que albergan a solicitantes de asilo.
Los acontecimientos del sábado en Londres no sólo reflejan las tensiones en torno a la cuestión de la migración, sino que también son el resultado de un invierno político marcado por crisis, promesas incumplidas del Brexit y aumento del coste de la vida. Un debate honesto sobre la necesidad de la inmigración y de alejarse de la retórica restrictiva parece más urgente que nunca.