Los planes de la UE para construir campos de asilo en alta mar fracasan tras un fallo judicial
Tras el fallo del TJCE, los planes de la UE de deportar a los solicitantes de asilo a centros extraterritoriales han caído en el caos. Ahora es necesario examinar más de cerca la seguridad de los países de origen. #Políticadeasilo #UE

Los planes de la UE para construir campos de asilo en alta mar fracasan tras un fallo judicial
La unificación europea enfrenta nuevos desafíos, particularmente en relación con las prácticas de asilo. Un reciente fallo del Tribunal de Justicia Europeo (TJUE) ha retrasado significativamente los ambiciosos planes de algunos países de adoptar el controvertido modelo italiano de transferir a los solicitantes de asilo a centros de deportación en el extranjero.
Sentencia del TJUE y sus efectos
El viernes, el TJCE dictaminó que si bien Italia puede seguir utilizando sus instalaciones en las ciudades albanesas de Shengjin y Gjader, las condiciones para transferir a los solicitantes de asilo deben estar sujetas a un escrutinio más estricto. El objetivo es garantizar que los solicitantes de asilo no sean devueltos a situaciones peligrosas en sus países de origen.
¿Qué hace que un país de origen sea seguro?
El tribunal aclaró que un país de origen sólo puede considerarse “seguro” si ha sido sujeto a una “revisión judicial efectiva”. También debe ser demostrablemente seguro para todos los grupos de población, incluidos los grupos vulnerables o marginados.
Impacto en las futuras regulaciones de asilo de la UE
Se espera que esta sentencia tenga un impacto significativo en las nuevas normas de asilo de la UE, que entrarán en vigor el próximo junio. Estas regulaciones están diseñadas para permitir a los estados miembros crear sus propias listas de países “seguros” con el fin de acelerar y subcontratar el proceso de asilo.
Críticas a la lista de países de origen seguros
La propia lista de la UE, que pretende servir como guía, incluye países como Bangladesh, Colombia, Egipto, India, Kosovo, Marruecos y Túnez. Sin embargo, los activistas de derechos humanos advierten que estos países no son seguros para todos los residentes. Según Amnistía Internacional, los países desde los cuales se concede el 20% o menos de las solicitudes de protección internacional se consideran seguros. Sin embargo, esto ignora el hecho de que hasta el 20% de los solicitantes de estos países son reconocidos como refugiados, lo que pone en duda la situación de seguridad en estos países.
Violaciones de los derechos humanos
El fallo del TJUE se basa en la solicitud de dos solicitantes de asilo bangladesíes que fueron detenidos en Albania y argumentaron que regresar a Bangladesh sería peligroso. Esto llega en un momento en que varios países europeos están mostrando interés en desarrollar sus propios programas de deportación, similares al modelo italo-albanés.
Costo y efectividad del modelo italiano
Si bien algunos estados consideran que la asociación, que invierte millones en la creación de centros de deportación y "centros de retorno" en un país no perteneciente a la UE, es un ejemplo de enfoque exitoso, un estudio reciente de la Universidad de Bari encontró que el modelo italiano ha costado hasta ahora más de 74,2 millones de euros (alrededor de 86 millones de dólares). El estudio calificó el modelo como “el instrumento más costoso, inhumano e inútil en la historia de la política migratoria italiana”.
Críticas del gobierno italiano
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, miembro del partido de extrema derecha, criticó el fallo por considerarlo miope y dijo que debilitaba los esfuerzos para combatir la inmigración ilegal masiva y proteger las fronteras nacionales. Destacó que este hecho debería preocupar a todos, incluidas las fuerzas políticas que están satisfechas con el fallo, ya que restringe aún más el alcance ya limitado de los gobiernos y parlamentos para regular y gestionar la migración.
El destino de los solicitantes de asilo en Albania
En los centros de deportación italianos en Albania, casi una decena de personas procedentes de países considerados seguros, como Egipto y Bangladesh, esperan su futuro. Esto muestra la urgencia de una política migratoria justa y bien fundada en Europa.