Se necesita un cruce seguro: ¡los padres de Magdeburgo luchan por los pasos de cebra!
En Magdeburgo, los ciudadanos exigen más pasos de cebra y límites de velocidad para aumentar la seguridad de peatones y ciclistas.
Se necesita un cruce seguro: ¡los padres de Magdeburgo luchan por los pasos de cebra!
¡En Magdeburgo la seguridad de peatones y ciclistas corre grave peligro! En la Hegelstraße, padres e hijos deben realizar una maniobra arriesgada para llegar desde la guardería al parque infantil. ¡Aquí se necesita urgentemente un paso de cebra! Los peatones y ciclistas también corren un gran riesgo en Hasselbachplatz, que pronto debería volver a ser accesible. La reforma de la ley de circulación podría ayudar a los municipios a introducir más rápidamente zonas de 30 km/h y pasos de cebra, pero Magdeburgo no está a la altura de las expectativas.
Puntos de peligro alarmantes en la ciudad
Se presentan repetidamente solicitudes al ayuntamiento para desactivar zonas peligrosas, pero a menudo fracasan debido a la falta de capacidad de acción de la ciudad. En un evento organizado por los Verdes sobre la transición a la movilidad, los ciudadanos preocupados tuvieron la oportunidad de marcar los puntos peligrosos en un gran mapa de Magdeburgo. La respuesta fue abrumadora: representantes de los distritos, consejos de padres de escuelas y guarderías se reunieron para llamar la atención sobre los problemas acuciantes.
Christina Hayn, cuyo hijo asiste a la guardería Mandala en la Hegelstrasse, ya ha iniciado una petición para que se establezcan más pasos de cebra en el casco antiguo. Pero las preocupaciones de los ciudadanos van más allá del centro de la ciudad. En total, en doce lugares se presentaron convocatorias para zonas de 30 km/h, 21 sugerencias para nuevos pasos de cebra y 14 ideas para mejorar el tráfico ciclista. Jürgen Canehl, de AG Mobility, subraya: "La zona de 30 km/h o la isla central más bonita no sirve de nada si el flujo de vehículos no se detiene y no se da prioridad al tráfico de peatones". Las propuestas de los habitantes de Magdeburgo deberían llegar ahora al ayuntamiento como solicitud. ¡El tiempo se acaba!