Adviento: ¡rayos de esperanza para el alma y tiempo para la familia!

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Jacqueline Haller habla del Adviento contemplativo, de ser luz para los demás y de prepararse para la Navidad.

Jacqueline Haller spricht über besinnliche Adventszeiten, Licht für andere sein und die Vorbereitung auf Weihnachten.
Jacqueline Haller habla del Adviento contemplativo, de ser luz para los demás y de prepararse para la Navidad.

Adviento: ¡rayos de esperanza para el alma y tiempo para la familia!

El tiempo contemplativo de Adviento está a la vuelta de la esquina y Jacqueline Haller, directora de proyecto de la “Larga Noche de la Iglesia”, muestra cuán importantes son los pequeños gestos de caridad en este tiempo tan agitado. En conversación con VOL.AT, explica que el Adviento a menudo se caracteriza por el estrés y los preparativos agitados. “El tercer domingo de Adviento, el domingo de Gaudete, es un día especial en el que debemos hacer una pausa y sentir alegría”, subraya Haller, señalando la posibilidad de vivir más conscientemente durante este tiempo.

Jacqueline Haller destaca que a menudo son las pequeñas cosas las que traen alegría y luz a la vida de otras personas. "Todo lo que se necesita es una sonrisa o un cálido abrazo", explica. Su propio trabajo incluye recolectar comida para “Tischlein deck dich” y hacer tarjetas navideñas para que las personas mayores muestren su agradecimiento. “¿Quién necesita una luz particularmente brillante en este momento?” ella pide e invita a pensar en las necesidades de los demás para ser para ellos una luz en la estación oscura.

La importancia de la luz en la fe

En la Iglesia Nueva Apostólica el Adviento también se celebra como un tiempo de espera y de luz. Como informa nac.today, Jesucristo es descrito como la luz que viene en medio de las tinieblas del mundo. El primer Adviento no sólo marca el comienzo del nuevo año eclesiástico, sino también el camino hacia el mensaje navideño. “El pueblo que camina en tinieblas verá una gran luz”, dice Isaías 9:1, y este mensaje se analizará más a fondo en los servicios del primer Adviento. Se anima a los creyentes a convertirse en una luz para los demás, especialmente para los desesperados y tristes.

El Adviento ofrece una doble oportunidad: por un lado, encontrar la propia paz interior y, por otro, llevar alegría a los demás. El pensamiento final de Haller, de que la luz del Adviento también significa tomarse un tiempo para la contemplación, armoniza con la idea actual de fe de nac., que dice que con Jesús a tu lado puedes tener esperanza y vivir con aliento incluso en tiempos oscuros.