Juicio por asesinato espantoso: Ebadullah A. en los tribunales
En el juicio por el triple asesinato en el Asia Studio, el acusado habla de su esquizofrenia paranoide. Los actos fueron ataques brutales contra tres trabajadoras sexuales en Viena.

Juicio por asesinato espantoso: Ebadullah A. en los tribunales
El juicio de Ebadullah A., un afgano de 27 años que asesinó brutalmente a tres trabajadoras sexuales en un estudio de Asia en febrero de 2024, comenzó ayer en una gélida sala del jurado en Viena. Mientras las temperaturas en la sala bajaban, los espantosos detalles de los crímenes mantuvieron en vilo a los presentes.
El 23 de febrero de 2024, Ebadullah, que vivía en una situación social precaria, tocó el timbre del Asia Studio en la Engerthstraße alrededor de las siete y media. La operadora, una mujer de 67 años, le asignó una habitación como de costumbre. Pero cuando la primera trabajadora sexual, una mujer china de 47 años, entró en la habitación, comenzó su alboroto. La apuñaló al menos 16 veces antes de apuñalar 30 veces a otra prostituta en la habitación de al lado. Al final, el operador del estudio también fue asesinado con al menos 60 puñaladas. "Fue una masacre, una matanza, una matanza", afirmó el psiquiatra forense Peter Hofmann.
Enfermedad mental e historia de fuga.
Los antecedentes del perpetrador son impactantes: Ebadullah A. y su familia huyeron de Afganistán de los talibanes en 2021. Después de una estancia en Irán, donde vivían en malas condiciones, la familia envió a Ebadullah a Europa. Su salud mental se deterioró notablemente con el tiempo. Creía que estaba siendo controlado por una bruja, lo que le llevó a un diagnóstico de esquizofrenia paranoide. Esta enfermedad podría estar relacionada con sus experiencias traumáticas durante la fuga.
Su abogado defensor, Philipp Springer, habló de una estrecha relación entre Ebadullah y una voluntaria que se había enamorado de él. Pero cuando la situación cambió, empezó a delirar. Ebadullah abandonó Serbia y llegó a Austria, donde su salud mental siguió empeorando. Desde enero de 2024 vivió con un conocido en Viena, pero el estado era alarmante. Además del insomnio, experimentó extrañas alucinaciones y sintió que las fuerzas del mal lo perseguían.
La noche del crimen, Ebadullah creyó que tenía que erradicar el “mal”. El camino hacia Asia Studio estaba lleno de cuchillos y la policía lo arrestó en el lugar. Durante su interrogatorio, informó que el diablo lo había guiado a sus acciones. El psiquiatra Hofmann está seguro de que Ebadullah padece una esquizofrenia grave. El jurado decidió internarlo en un centro de terapia forense, decisión que tiene duración indefinida.
Este juicio arroja una luz dura sobre los desafíos que enfrentan los refugiados en Europa, particularmente cuando las enfermedades mentales entran en juego. Los informes sobre este caso y las cuestiones asociadas de salud mental e integración social son de gran importancia, especialmente en un entorno plagado de prejuicios. Se proporcionó más información en detalle en www.falter.at tratado.