Momentos mágicos: Pippo Pollina inspira a los habitantes de Imst con sus canciones

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Pippo Pollina emocionó a la gente en el concierto de aniversario del ArtClub Imst con canciones profundas y un mensaje de paz y tolerancia. Una velada inolvidable llena de emociones.

Momentos mágicos: Pippo Pollina inspira a los habitantes de Imst con sus canciones

Pippo Pollina deleitó el lunes por la noche al público en el escenario de Imst City con su música conmovedora. El artista, que nos regaló la guitarra y el piano, abrió un espacio para sus letras e historias profundas con su programa en solitario y el nuevo disco “Nell’attimo – al momento”. En esta velada, que tuvo lugar en el marco del ciclo de aniversario “40 años del Art Club Imst”, se celebraron inequívocamente los temas de paz, unión y tolerancia, mensajes que hoy cobran especial significado.

La voz fuerte pero suave de Pollina abrió puertas a mundos sonoros inolvidables. Cada canción no era solo una canción, sino una narración de sus experiencias a lo largo de más de 60 años de vida, incluido su paso por la escena cantautora internacional. La audiencia quedó conmovida directamente y fue como si Pollina hábilmente hiciera sentir cada emoción. Sus letras tratan sobre el anhelo de libertad y el compromiso con la paz, sueños que persigue con diligencia. La velada fue un fuerte testimonio de su capacidad para transmitir grandes temas de forma clara y contundente, haciéndolos memorables y estimulantes.

Un artista y sus historias.

Con su programa “Solo in Concerto”, Pollina no sólo miró sus trabajos pasados, sino que también envió al público a un animado viaje a través de su obra artística. El artista de origen siciliano, que ahora vive en Suiza, acompañó sus canciones con historias y elementos visuales, entre fotografías y textos que abordan sus inicios y desarrollo artístico. Las superposiciones técnicas recordaban a compañeros importantes como Konstantin Wecker y el Quinteto Acústico de Palermo y crearon una atmósfera estimulante.

Particularmente fuerte fue el efecto de los sonidos melancólicos y vivos que Pollina combinó magistralmente en su repertorio. Sus canciones abarcaron desde “Mare, Mare, Mare” hasta “Il Giorno Del Falco” y “Una canción nos lleva a través de las fronteras”. En una velada como ésta, el público pudo sumergirse en la profundidad emocional de su música, donde él pudo desarrollar plenamente el poder de sus mensajes con sus canciones más tranquilas y socialmente críticas.

Una experiencia inolvidable

Pollina ofreció al público no sólo un concierto, sino un regalo que trascendió el momento. La velada se caracterizó por una intimidad que se vio reforzada aún más por su conexión de larga data con Imst. El ambiente se palpó cuando tocó “A mani basse” en medio del público al final sin ningún refuerzo técnico. En este momento casi mágico, toda distancia desapareció; lo único que quedó fue la esencia de su música. Fue un momento poderoso que demostró cuán poderosos pueden ser incluso los sonidos más suaves y cómo la música conecta a las personas. Así nació un concierto que será recordado mucho más allá de esta velada.