Ataque con cuchillo en una parada de descanso: un hombre de 56 años condenado por intento de asesinato
Un hombre de 56 años fue condenado en Graz a 20 años de prisión por el intento de asesinato de su jefe y de su padre. La discusión brutalmente intensificada en una parada de descanso deja heridos graves.
Ataque con cuchillo en una parada de descanso: un hombre de 56 años condenado por intento de asesinato
Un tribunal de Graz condenó a un hombre de 56 años a 20 años de prisión después de que intentara asesinar a su antiguo empleador y a su padre en marzo. El incidente ocurrió en una parada de descanso donde estalló una agria discusión sobre el estado de un camión. Según declaraciones del fiscal, en el fragor del momento se produjo una grave escalada que acabó en un brutal ataque con arma blanca.
El acusado empezó a trabajar en una empresa de transporte húngara en enero y se encontraba allí con su antiguo jefe y su socio principal cuando estalló el conflicto. El joven jefe había criticado el mal estado del vehículo, lo que provocó tensiones. En un momento inadvertido, el hombre de 56 años sacó un cuchillo y apuñaló a su jefe en el costado antes de herir a su padre con cinco graves puñaladas en la zona del pecho. Ambas víctimas resultaron gravemente heridas y el ataque causó horror entre los testigos que presenciaron la sangrienta escena en la parada de descanso.
Escalada en la zona de descanso
El acto violento ocurrió rápidamente y sin previo aviso. El jefe informó sobre las brutales heridas y el fiscal destacó la gravedad del crimen, que incluía los profundos cortes que llegaban casi hasta el final de la hoja. Un empleado de la gasolinera que vio a los hombres cubiertos de sangre alertó inmediatamente a los rescatistas. Esto llevó a un momento aún más dramático en el que todo el edificio quedó cerrado hasta que todos estuvieran a salvo. El jurado consideró que los delitos fueron intento de asesinato, lo que resultó en una dura sentencia.
Demandas emocionales y estrategias de defensa.
La defensa del hombre argumentó que nunca antes había cometido un delito y quería demostrar que actuó en defensa propia. Su atractivo emocional estuvo acompañado de acusaciones de que lo habían tratado injustamente porque la empresa todavía le debía dinero. Sin embargo, este punto fue rechazado por el jefe, quien destacó que ya se habían pagado anticipos al demandado. También destacó que el ataque fue completamente inesperado, lo que puso de relieve la gravedad del crimen.
La decisión del tribunal se tomó después de intensas negociaciones y ahora exige una responsabilidad clara por un acto violento que tendrá un enorme impacto no sólo en la vida de las víctimas, sino también en la del perpetrador durante las próximas dos décadas. según información de www.5min.at.