Los austriacos se muestran escépticos: la conducción autónoma sigue siendo un tema impopular

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Un estudio muestra que muchos austriacos se muestran escépticos ante la conducción autónoma. Predominan las preocupaciones por la seguridad y las incertidumbres tecnológicas.

Los austriacos se muestran escépticos: la conducción autónoma sigue siendo un tema impopular

Una encuesta actual realizada a 2.644 usuarios de Willhaben muestra que en Austria prevalecen la mayoría de las voces críticas con respecto a la conducción autónoma. Sólo el 36,9 por ciento de los encuestados se muestran positivos sobre el tema, mientras que el 45,2 por ciento se muestran escépticos. Estos resultados son particularmente dignos de mención dado que la conducción autónoma ya ha logrado avances técnicos significativos en los últimos años y se esperan desarrollos aún más intensivos en 2025, especialmente en las áreas de automatización condicional (nivel 3) y conducción altamente automatizada (nivel 4). Muchas empresas, incluidas Tesla y Waymo, están trabajando en sistemas de conducción totalmente autónomos, utilizando una combinación de cámaras, radar y LiDAR para detectar con precisión las condiciones del tráfico.

Sin embargo, los conductores austriacos parecen tener una clara preferencia por la conducción manual. Muchos expresan preocupación por la seguridad y la fiabilidad técnica de los vehículos autónomos. Según la encuesta realizada por ots.at Entre los escépticos están especialmente las mujeres, las personas mayores de 60 años y más y los conductores más frecuentes. Estos grupos expresaron sus dudas en la encuesta: el 55,7 por ciento de los encuestados prefirió conducir ellos mismos y el 42 por ciento mencionó preocupaciones de seguridad.

Transparencia y seguridad

También hay expectativas claras sobre las empresas de producción: los fabricantes Mercedes-Benz, BMW, Audi, Volkswagen y Tesla son los más propensos a desarrollar un vehículo autónomo seguro. A pesar de los avances actuales, sin embargo, existe un escepticismo significativo entre los usuarios: el 66,6 por ciento de los encuestados no cree que utilizará un vehículo con total autocontrol en los próximos diez años. Estas preocupaciones no son infundadas, ya que la infraestructura técnica para la conducción autónoma, incluida la adaptación de las infraestructuras de transporte, y la aceptación del público son fundamentales, como también es el caso. autoprnews.de está resaltado.

Un punto positivo podría ser la optimización esperada de las tecnologías de sensores para 2025 para mejorar la seguridad vial. También se espera que la inteligencia artificial ayude a predecir y responder mejor a los peligros del tráfico, lo que en principio podría conducir a una reducción de los accidentes. Sin embargo, la cuestión del marco legal y los ajustes legales necesarios para la introducción generalizada de vehículos autónomos sigue siendo crucial. Las primeras regulaciones podrían entrar en vigor aquí en 2025 para promover el uso de robotaxis y otras soluciones de movilidad autónoma.

Desarrollo del mercado y comportamiento del consumidor.

Una mirada al comportamiento de los consumidores muestra que algo más de una cuarta parte de los encuestados espera poder utilizar un vehículo autónomo en 2035, siempre que la tecnología y el marco legal sigan desarrollándose. Casi la mitad de los encuestados afirma que la disponibilidad de la conducción totalmente autónoma tendrá poca o ninguna influencia en su decisión de compra. Curiosamente, el 19,6 por ciento está dispuesto a pagar más por un vehículo autónomo y la mayoría está a favor de un aumento de precio de hasta el 10 por ciento. Estas cifras resaltan la complejidad de la adopción en el mercado y los desafíos que enfrentan los fabricantes.

En última instancia, el año 2025 podría ser potencialmente un año crucial para la conducción autónoma, con el potencial de hacer que la movilidad sea más segura y eficiente. Sin embargo, el claro escepticismo y las preocupaciones predominantes de la población austriaca requieren medidas específicas e información transparente para generar confianza en las nuevas tecnologías.