Tenis de mesa para pacientes de Parkinson: nuevo grupo en Castrop-Rauxel
En Castrop-Rauxel se creó un grupo de tenis de mesa para jugadores con Parkinson. La iniciativa no sólo promueve el deporte, sino también el intercambio y la autoayuda.

Tenis de mesa para pacientes de Parkinson: nuevo grupo en Castrop-Rauxel
En Castrop-Rauxel, personas que padecen Parkinson se han unido para formar un grupo especial de tenis de mesa. Bajo la dirección de Michael Horn y Heinz-Günter Hiller del Post SV Castrop-Rauxel, este grupo ve el juego no sólo como una actividad deportiva, sino también como una forma de autoayuda. “En la mesa todo es diferente”, dice Horn sonriendo y describe el ambiente positivo durante los entrenamientos.
Los jugadores afectados se reúnen periódicamente para entrenar juntos y mejorar sus habilidades en el tenis de mesa. Gracias a las actividades deportivas, la enfermedad pasa a un segundo plano y los participantes pueden olvidarse durante unas horas de la vida cotidiana y de los retos relacionados con su diagnóstico. Este formato no sólo ofrece actividad deportiva, sino también la oportunidad de apoyarse e intercambiar experiencias. Es un signo de alegría por la vida y de ganas de permanecer activo a pesar de la enfermedad.
La enfermedad pasa a un segundo plano
El entrenamiento no sólo ofrece a los participantes un desafío físico, sino que también tiene un efecto positivo en su salud mental. Muchos de los jugadores afirman haber mejorado su estado de ánimo y haber aumentado su confianza en sí mismos. El grupo crea una atmósfera en la que se anima a todos a creer en sí mismos y celebrar el progreso, por pequeño que sea. Los inicios de esta iniciativa muestran cómo el deporte y la comunidad pueden contribuir a la calidad de vida de las personas que viven con enfermedades crónicas.
Formación y autoayuda al mismo tiempo
Otro aspecto importante del grupo de tenis de mesa de Castrop-Rauxel es el intercambio entre sus miembros. Los jugadores hablan abiertamente sobre sus experiencias con la afección, creando una sensación de conexión y comprensión. Esta forma de entrenamiento no es sólo una forma de desarrollar la condición física, sino también de crear una red valiosa para personas que atraviesan desafíos similares. Este grupo, como muchos otros grupos de este tipo en Alemania, es un ejemplo de solidaridad. El concepto de autoayuda es eficaz aquí al brindar a los participantes la oportunidad de apoyarse mutuamente mientras permanecen activos.
La cohesión dentro del grupo y la pasión compartida por el tenis de mesa no sólo crea amistades, sino que también promueve la capacidad de afrontar las dificultades que trae consigo la enfermedad. Ante la creciente demanda de este tipo de ofertas en Alemania, ha quedado claro que hay muchas personas que pueden beneficiarse de la actividad deportiva en un entorno protegido. Se pueden encontrar más detalles sobre este tema en un informe detallado. en www.ruhrnachrichten.de.