¡Finalmente revocada la ciudadanía honoraria de Hitler en Hermagor!

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En abril de 2025, la ciudadanía honoraria de Adolf Hitler en Hermagor será revocada después de 80 años, como consecuencia de un artículo periodístico.

¡Finalmente revocada la ciudadanía honoraria de Hitler en Hermagor!

Adolf Hitler, un nombre que pesa mucho en la memoria alemana, es honrado hasta el día de hoy como ciudadano honorario en muchos lugares. Un caso notable es el municipio de Hermagor, en Carintia, que conservó la ciudadanía honoraria de Hitler hasta 2011. Esto no fue revisado hasta 80 años después del final de la Segunda Guerra Mundial. El proceso para revocar este extraordinario honor se inició a partir de un artículo periodístico de 1938, que señalaba que Hitler permaneció en ese cargo a pesar de sus graves crímenes. Según Krone, este hecho apenas era conocido en Hermagor.

Bernhard Gitschtaler, politólogo y fundador de las asociaciones “Gailtaler Zeitbilder” y “Erinnern Gailtal”, llamó la atención del público sobre este dudoso honor. Su compromiso muestra lo importante que es abordar la historia y promover la cultura de la memoria.

El contexto de la ciudadanía honoraria

Honrar a Adolf Hitler no era sólo una cuestión de Hermagor. En Alemania, desde que Hitler llegó al poder en 1933, muchas ciudades y comunidades se han involucrado en la historia de estos controvertidos honores a través de actos oficiales. Ejemplos de estos premios son las ciudades de Aquisgrán, Ahrensmoor, Aichach y muchas otras, que concedieron a Hitler la ciudadanía honoraria entre 1932 y 1933. Este reconocimiento a menudo no fue abolido hasta décadas después, como fue el caso en Aquisgrán, donde la ciudadanía honoraria fue revocada en 1983, aunque ya había expirado en 1945. Wikipedia ofrece numerosos ejemplos de tales negaciones.

En total, hay decenas de ciudades en Alemania que hicieron de Adolf Hitler ciudadano honorario durante la era nazi. Estos pésimos premios son un legado duradero de un pasado oscuro y plantean interrogantes sobre la responsabilidad y la aceptación de la historia nacionalsocialista. Los tratados históricos, como los del Bundestag (

), abordan las dimensiones políticas y sociales de estos honores y su revocación.

La revocación de la ciudadanía honoraria de Hitler en Hermagor es un paso en la dirección correcta y señala que la sociedad debe afrontar intensamente su historia. El trabajo de Gitschtaler y otros historiadores es crucial para crear conciencia sobre tales enredos históricos.