Caza mundial de delitos medioambientales: ¡Interpol hace sonar la alarma!

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Cooperación internacional para combatir los delitos ambientales: Interpol y WWF fortalecen la protección de la biodiversidad y el clima.

Caza mundial de delitos medioambientales: ¡Interpol hace sonar la alarma!

Un duro golpe para los delitos medioambientales a nivel mundial: en una operación sin precedentes, el año pasado se confiscaron más de 20.000 animales vivos y numerosos productos de especies protegidas en 138 países. El secretario general de Interpol, Valdecy Urquiza, subrayó las aterradoras consecuencias de estas actividades ilegales: “Estas redes criminales explotan la naturaleza para alimentar la codicia humana”. La pérdida de biodiversidad, la destrucción de comunidades y la exacerbación del cambio climático son consecuencias directas, como WWF informó.

En el transcurso de esta operación global, no sólo se confiscaron animales vivos, sino que también se descubrieron seis redes internacionales sospechosas de realizar comercio ilegal de animales y plantas protegidos. Las muestras de ADN de los animales incautados se utilizarán ahora para emprender acciones legales antes de que los animales sean transferidos a santuarios apropiados. El regreso a sus hábitats naturales sólo es posible si los animales están sanos. Interpol anunció que se han identificado más de cien empresas involucradas en este comercio ilegal, lo que demuestra cuán profundamente arraigado está el problema en la economía global.

Fortalecimiento de la aplicación de la ley

Para poder combatir mejor estos delitos medioambientales en el futuro, se está lanzando un nuevo proyecto financiado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMUV) en el marco de la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI). La colaboración entre WWF e INTERPOL tiene como objetivo detectar y prevenir delitos transfronterizos que tienen graves impactos en el medio ambiente y la biodiversidad. Esta colaboración es particularmente necesaria porque las organizaciones de la sociedad civil, que a menudo son las primeras en descubrir tales crímenes, están expuestas a una variedad de riesgos. El proyecto proporcionará información específica para minimizar los riesgos, particularmente en regiones críticas como la región del Amazonas y la cuenca del Congo, donde la naturaleza y las organizaciones de derechos humanos están particularmente en riesgo.