Crisis de drogas en Peißenberg: ¡Los cuellos de botella amenazan la atención al paciente!
Los cuellos de botella en el suministro de medicamentos vitales están poniendo en peligro la salud de millones de personas. Los médicos y farmacéuticos advierten de graves consecuencias.
Crisis de drogas en Peißenberg: ¡Los cuellos de botella amenazan la atención al paciente!
El Dr. Philipp Kircher, propietario de la farmacia St. Ulrich en Peißenberg, se ve con sus colegas en una situación preocupante: muchos medicamentos vitales, incluido el medicamento para el asma salbutamol, no están actualmente disponibles en toda Alemania. "Actualmente no está disponible en toda Alemania", subraya Kircher. Si bien su farmacia ha logrado recibir un pequeño envío desde EE.UU., advierte que se trata sólo de una solución temporal.
El problema de la escasez de medicamentos afecta a pacientes de todas las edades y obliga a los farmacéuticos a improvisar. "El año pasado tuvimos el drama de los zumos antibióticos para niños y el problema sigue presente", explica Kircher. Para satisfacer necesidades urgentes, los farmacéuticos se ven obligados a encontrar soluciones que incluyan la creación de medicamentos a partir de tabletas existentes. El farmacéutico deja claro que no se trata de “jarabes triviales para la tos”, sino de medicamentos esenciales para pacientes gravemente enfermos.
La principal razón de los actuales obstáculos es la fuerte dependencia de la producción en China. Kircher explica que en Alemania alrededor del 90 por ciento de los medicamentos se fabrican allí. “El sistema ejerce una enorme presión sobre los precios sobre los fabricantes”, critica, lo que ha provocado deslocalizaciones masivas de la producción a China. Aquí, donde los salarios son más bajos y las normas medioambientales son algo indulgentes, los fabricantes locales suelen hacerse cargo de la producción.
El problema se ve agravado por el hecho de que muchos fabricantes consideran que los precios locales no son rentables. "Si una empresa en Alemania sólo recibe cinco céntimos por un medicamento, preferiría venderlo a Rumanía o Grecia, donde se pagan precios más altos", explica Kircher. Esto significa que la producción en Alemania ha desaparecido casi por completo. Los famosos fabricantes de medicamentos en Alemania sólo comercializan productos fabricados en China.
“Si surgen problemas en China, ya sea por bloqueos en el tráfico marítimo o por un incendio en una fábrica, los estantes aquí permanecerán vacíos”, advierte el farmacéutico. La investigación de fuentes alternativas ha resultado difícil, ya que la importación está sujeta a requisitos estrictos y puede llevar semanas. Según Kircher, sólo este año ya se han documentado 20 millones de cuellos de botella en las entregas.
Lo que resulta particularmente frustrante para Kircher es la reacción de los políticos. Critica las declaraciones del ministro de Sanidad, profesor Karl Lauterbach, que presenta la situación como relajada. "¡Esto simplemente no es cierto! Millones de pacientes alemanes experimentan cada día lo contrario", afirma Kircher y pide un mayor reconocimiento del trabajo de los farmacéuticos. Destaca la necesidad de una acción política urgente para resolver estos graves problemas. Kircher también señala el último centro europeo de producción de antibióticos en Kundl, Austria, que podría servir de ejemplo.
La situación es tensa y requiere soluciones rápidas para garantizar la asistencia médica en Alemania. “Hacemos lo que podemos con lo poco que tenemos”, explica, mientras los desafíos siguen aumentando. Puede encontrar más información sobre el tema en un informe actual. en www.merkur.de.