Sensación artística: ¡Justin Sun come un plátano valorado en 6,2 millones de dólares!

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El criptoempresario Justin Sun se comió el famoso plátano falso por 6,2 millones de dólares y está regalando 100.000 plátanos en todo el mundo.

Kryptounternehmer Justin Sun aß die berühmte Kunst-Banane für 6,2 Millionen Dollar und verschenkt 100.000 Bananen weltweit.
El criptoempresario Justin Sun se comió el famoso plátano falso por 6,2 millones de dólares y está regalando 100.000 plátanos en todo el mundo.

Sensación artística: ¡Justin Sun come un plátano valorado en 6,2 millones de dólares!

Un objeto aparentemente banal está causando revuelo en el circo artístico: el plátano que el artista Maurizio Cattelan pegó a la pared con un trozo de cinta adhesiva en Art Basel Miami Beach en 2019 ha establecido un sensacional récord en una subasta. El empresario chino de criptomonedas Justin Sun compró recientemente la obra de arte en una subasta por la impresionante cantidad de 6,2 millones de dólares. En una espectacular aparición en el City Hall Hotel de Hong Kong, dejó huella no sólo comprando el plátano, sino también comiéndolo delante de numerosos periodistas e influencers presentes en el lugar. “Sabe mucho mejor que otros plátanos”, comentó tras el primer bocado. el espejo informó.

Un signo de generosidad

Las reacciones al alto precio fueron mixtas. Especialmente aquellos New York Times Criticó la desproporcionalidad. En respuesta a la controversia, Sun anunció que compraría 100.000 plátanos más al vendedor ambulante de Shah Alam a quien se le compró originalmente el plátano. En última instancia, estos deberían distribuirse de forma gratuita a los clientes que se identifiquen con una identificación válida. "Estos plátanos se distribuirán gratuitamente en todo el mundo a través de su stand. Muestre una identificación válida para obtener un plátano hasta agotar existencias", dijo Sun en una publicación en X (anteriormente Twitter).

Este extraordinario evento no sólo fue noticia, sino que también desató un importante discurso sobre el valor del arte y el consumo en la sociedad actual. Si bien la idea de comerse un plátano de 6 millones de dólares puede parecer absurda para algunos, toda la operación resulta ser una obra maestra de publicidad y explora los límites entre el arte y el comercio.