Política de IA: ¿La tecnología enriquece nuestras vidas o nos pone en peligro?
Alexander Filipovic pide una mayor consideración de la IA en la política y la educación para dar forma activamente a los cambios sociales.
Política de IA: ¿La tecnología enriquece nuestras vidas o nos pone en peligro?
El experto en ética social y mediática vienés Alexander Filipovic ha pedido urgentemente al futuro gobierno austriaco que integre seriamente el tema de la inteligencia artificial (IA) en su agenda política. En una entrevista con kathpress Advirtió que la IA es una cuestión transversal y corre el riesgo de quedar desatendida en el debate político. “La IA seguirá dando forma a nuestra sociedad y no podrá ser detenida, ni siquiera por nuestras ideas de una buena vida”, afirma Filipovic. Hizo hincapié en la necesidad de aumentar la competencia y las regulaciones en el campo de la IA. Sin embargo, Filipovic consideró excesiva la propuesta de crear un ministro para la IA en Austria y sugirió en su lugar un puesto en la Cancillería Federal para supervisar adecuadamente el tema.
Paralelamente a su compromiso en Austria, Filipovic también expresó su opinión sobre las directrices vaticanas recientemente publicadas para el uso ético de la IA, que calificó de “equilibradas y sabias”. catholisch.at informó. El documento, titulado “Antiqua et nova”, analiza los desafíos y oportunidades éticos de la IA y destaca que la tecnología nunca es neutral. Filipovic señaló que las grandes empresas tecnológicas influyentes controlan actualmente el desarrollo de la IA, convirtiéndola en una herramienta de dominación en lugar de una herramienta democrática. La necesidad de democratizar la tecnología de IA, afirma, es más urgente que nunca, especialmente teniendo en cuenta los recientes avances en la investigación china de IA.
Filipovic enfatizó particularmente la relevancia de la dignidad humana como principio ético en este contexto, que actúa como elemento unificador entre los discursos teológicos y seculares. El documento está dirigido a individuos, familias, empresas, instituciones y gobiernos y pide un uso responsable de la IA para el bien común. El especialista en ética social ve la reflexión ética sobre la IA no solo como una tarea técnica, sino como una tarea social fundamental que es crucial para el futuro de Europa y sus valores.