Las islas de calor de Viena: ¡Se necesitan nuevas soluciones para refrescarse!
La investigación de BOKU examina el estrés térmico urbano en Viena y medidas alternativas para una refrigeración eficaz mediante zonas verdes y energía fotovoltaica.

Las islas de calor de Viena: ¡Se necesitan nuevas soluciones para refrescarse!
En el marco del proyecto Imp-DroP, un equipo de investigación de la Universidad BOKU examina los efectos de olas de calor más prolongadas en la zona metropolitana de Viena. El estudio destaca especialmente el problema de las islas de calor urbanas, que provocan temperaturas más altas en zonas densamente urbanizadas, especialmente por la noche. Esto se debe a muchas razones: la densa urbanización, las zonas cerradas, la falta de vegetación y otras fuentes de calor como el tráfico, el aire acondicionado y la industria contribuyen al sobrecalentamiento. Este enfriamiento nocturno limitado representa un desafío importante para el organismo humano ya que perjudica la necesaria recuperación, ya que oekonews informa.
El departamento de protección del medio ambiente de la ciudad de Viena se ocupa desde 2001 de las cuestiones climáticas urbanas para promover un diseño urbano adaptado al cambio climático y un mayor confort en verano. Se han desarrollado una variedad de medidas para combatir las islas de calor urbanas con el fin de mejorar el clima urbano. Esto incluye analizar datos meteorológicos y evaluar proyectos urbanos para comprender mejor las emisiones relacionadas con el calor y su impacto en el clima micro y urbano, dice la ciudad de Viena en su sitio web.
Enfoques de investigación y medidas probadas
El equipo de investigación examinó varias medidas para reducir la temperatura. Esto incluye el riego dirigido a tejados verdes, parques y zonas agrícolas para optimizar el enfriamiento por evaporación. El enfoque muestra resultados prometedores: el riego específico en Marchfeld podría reducir las temperaturas locales hasta en 3 °C, mientras que el enfriamiento en el área urbana es de sólo alrededor de 0,2 °C. Pero también queda claro que esto requeriría una importante necesidad de agua de 630.000 m³ por día, mientras que las altas tuberías de manantial sólo pueden proporcionar 375.000 m³. Se recomienda desarrollar conceptos de riego sostenibles que utilicen, por ejemplo, agua de lluvia o del Danubio para apoyar eficazmente la ecologización urbana.
Además, el uso de energía fotovoltaica en tejados verdes no sólo podría reducir las importaciones de electricidad fósil, sino también las emisiones de calor. La implementación máxima de una estrategia solar en los tejados podría promover un enfriamiento de hasta 1,5 °C. Estas medidas son parte de una combinación necesaria de planificación urbana, política energética y conservación de recursos para hacer que las ciudades sean resistentes al calor.
Conceptos ecológicos innovadores y sus objetivos
Otro proyecto innovador para mejorar el clima urbano en Viena son los jardines de balcones comestibles, que incluyen balcones modernizables y jardines verticales integrados. Estos conceptos pretenden aumentar la calidad de vida, la biodiversidad y la adaptación al cambio climático. Por ejemplo, el biocarbón procedente de lodos de depuradora también se utiliza en el proyecto GreenChar para dar a los tejados un mejor microclima y reducir las islas de calor urbanas. También se está investigando el proyecto STREETTREE para plantar árboles urbanos en zonas densamente urbanizadas con muchos servicios públicos subterráneos. El objetivo de estas medidas es ampliar la calidad de la estancia y la biodiversidad de la ciudad, como se explica detalladamente en la web de BOKU.
Los esfuerzos continuos para hacer que la infraestructura urbana sea resiliente al clima también son importantes para la planificación urbana. El departamento de protección del medio ambiente examina continuamente los efectos de los proyectos de desarrollo urbano en el clima micro y urbano y formula sugerencias de mejoras que son esenciales en el contexto del empeoramiento de las condiciones climáticas. Todas estas iniciativas muestran cómo las ciudades pueden abordar los desafíos del cambio climático con la ayuda de la investigación y la protección ambiental planificada, como también lo ilustran boku.ac.at y wien.gv.at.