La Tempestad de Shakespeare: ¡Una magia sin magia en el Teatro Estatal!
La representación de 'La Tempestad' de Shakespeare en el Teatro Estatal de Baja Austria muestra elementos creativos pero sobrecargados. Actuaciones hasta el 28 de mayo.
La Tempestad de Shakespeare: ¡Una magia sin magia en el Teatro Estatal!
En el escenario del Teatro Estatal de Baja Austria el público podrá disfrutar de una intensa representación de “La tempestad” de Shakespeare. La dirección creativa de Anne Mulleners muestra una escenografía que impresiona por su habilidad, pero también causa confusión. Alto Periódico pequeño La acción va acompañada de gritos frenéticos mientras los personajes emergen de una trampilla como marionetas de mano. Esta producción no logra explorar capas emocionales más profundas: los matices tranquilos faltan por completo.
Un espectáculo caótico
El llamativo diseño visual evoca la sensación de una lavadora con los personajes dando vueltas. En particular, el deslumbrante vestuario del conjunto aumenta la confusión. El actor principal, Michael Scherff, en el papel de Próspero, desprende perplejidad, lo que se refleja directamente en la producción. La confusión se ve agravada por el doble reparto, como el de Tobias Artner, que interpreta tanto a Ferdinand como a Stephano. Los espectadores afectados pueden llegar a la conclusión de que las ambiciones del director no coinciden del todo con la realidad que pronto surgirá de la película, como ya han señalado las reseñas históricas.
Como parte de su legado global, La Tempestad de Shakespeare ha generado resonancia mundial, incluso en el panorama teatral francés, como señala Charlotte Louisa Clark en su disertación. En su obra, que recorre la historia de la obra en Francia y en el mundo francófono, destaca la relevancia de Caliban como personaje simbólico, reinterpretado en diferentes versiones. Estas adaptaciones modernas reflejan importantes agitaciones sociales y ofrecen nuevas perspectivas que van más allá de las representaciones iniciales. A través de esta interpretación, Caliban se convierte en la voz de los oprimidos, un aspecto que se descuida en la producción actual de St. Pölten, que es ruidosa. Universidad de Birmingham a su vez cuestiona la relevancia de la pieza en el contexto actual.