Indignación en Nueva Zelanda: ¡Niño de 11 años detenido por error como adulto!

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En el caso de una niña de 11 años en Nueva Zelanda, la identificación falsa la obligó a permanecer allí durante 12 horas.

Indignación en Nueva Zelanda: ¡Niño de 11 años detenido por error como adulto!

El 9 de marzo de 2025, se produjo un escandaloso error judicial en Hamilton, Nueva Zelanda, cuando una niña de 11 años con discapacidad mental fue confundida accidentalmente con una mujer de 20 años desaparecida. Este incidente provocó una enorme indignación pública, especialmente cuando se reveló que el niño estuvo recluido en una unidad de cuidados intensivos psiquiátricos durante más de doce horas y durante ese tiempo le administraron medicación a la fuerza, incluido un antipsicótico que rara vez se administra a los niños. La policía identificó por error a la niña mientras cruzaba un puente. Una atenta enfermera del hospital notó que la niña parecía “más bien una niña”, pero la trataban como a una paciente adulta.

Sólo después de que los agentes se dieron cuenta de su error se informó a los padres, quienes finalmente recogieron a su hijo. El primer ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, calificó el incidente de "increíblemente perturbador" y anunció una investigación oficial para aclarar fallas sistémicas entre la policía y los centros de salud. Richard Sullivan, un alto funcionario de salud, se disculpó públicamente por el importante trauma y estrés que este incidente había causado al niño y a su familia. [Krone] informa que este incidente no sólo conmocionó a la sociedad, sino que también puso de relieve los puntos críticos existentes en el trato con los grupos vulnerables.

Casos de personas desaparecidas en Alemania

En Alemania, la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA) se ocupa de casos de personas desaparecidas desde su fundación en 1951. Las tareas de la “Unidad de Personas Desaparecidas” de la BKA incluyen la búsqueda de personas desaparecidas, la identificación de cadáveres desconocidos y el apoyo en el descubrimiento de personas indefensas. Una persona se considera desaparecida si está inexplicablemente ausente de su ubicación y se sospecha que existe una amenaza para su vida o su integridad física. En particular, los menores de 18 años desaparecidos generalmente se consideran en riesgo, por lo que son acogidos por el Estado hasta que puedan ser devueltos a sus tutores. [BKA] destaca que la comisaría local es responsable de la búsqueda inmediata de personas.

El 1 de enero de 2025 se registraron en Alemania alrededor de 9.420 casos de personas desaparecidas. Cada día se registran entre 200 y 300 nuevas búsquedas, de las cuales alrededor del 50% pueden resolverse en la primera semana. Más de dos tercios de las personas desaparecidas son hombres y alrededor de la mitad son niños y jóvenes. En 2024, alrededor de 18.100 niños estaban desaparecidos y el 96,7% de estos casos se habían resuelto a finales de año. Una tendencia alarmante es el aumento de los menores refugiados no acompañados (UMF) desaparecidos, que ascendieron a aproximadamente 4.300 casos en 2024. [BKA] destaca que la causa más común de desaparición de UMF es el abandono voluntario del alojamiento.

Medidas de ayuda y tasa de sensibilización

La BKA también coordina las búsquedas si hay pruebas de una estancia en el extranjero y también es responsable de tramitar las solicitudes procedentes del extranjero. El expediente “Vermi/Utot” contiene datos sobre personas desaparecidas, muertos desconocidos y personas indefensas. Sin embargo, la policía sólo puede actuar si se cumplen los criterios para denunciar la desaparición de una persona. De lo contrario, a menudo intervienen otras instituciones. Es importante señalar que la tasa de resolución de jóvenes desaparecidos es muy alta; El 97,4% de los jóvenes desaparecidos de 2024 fueron resueltos.

En resumen, el incidente de Nueva Zelanda y las estadísticas actuales de personas desaparecidas en Alemania resaltan los desafíos y la urgencia que enfrentan las autoridades para garantizar el bienestar de los menores y las personas vulnerables. Es de esperar que se aprendan lecciones de estos acontecimientos tanto en Nueva Zelanda como en Alemania para evitar errores futuros.