¡La Corte Suprema detiene el plan de Trump para la Guardia Nacional en Chicago!

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La Corte Suprema de Estados Unidos detuvo los planes de Trump para la Guardia Nacional en Chicago, un giro en la tensa situación política.

Der Oberste Gerichtshof der USA stoppte Trumps Nationalgarde-Pläne für Chicago – eine Wendung in der angespannten politischen Lage.
La Corte Suprema de Estados Unidos detuvo los planes de Trump para la Guardia Nacional en Chicago, un giro en la tensa situación política.

¡La Corte Suprema detiene el plan de Trump para la Guardia Nacional en Chicago!

El 23 de diciembre de 2025, la Corte Suprema de Estados Unidos detuvo los planes del presidente Donald Trump de enviar tropas de la Guardia Nacional a Chicago. Esto se produjo cuando los jueces se negaron a levantar la orden judicial de un tribunal inferior que bloqueaba el despliegue de la Guardia Nacional en la ciudad. La decisión representa una rara derrota para el gobierno, especialmente ante una Corte Suprema de mayoría conservadora que a menudo ha fallado a favor del gobierno en el pasado.

El gobierno estadounidense, liderado por Trump, sostiene que enviar tropas a ciudades como Chicago, Portland o Los Ángeles es necesario para proteger la propiedad y el personal federal. Trump y sus aliados describen estas ciudades como sin ley y afectadas por protestas violentas. Sin embargo, en el debate político actual, los alcaldes y gobernadores demócratas rechazan estas representaciones por considerarlas exageradas y un pretexto para el abuso de poder. La jueza federal April Perry ya había dictaminado el 9 de octubre que las acusaciones de violencia en las protestas no eran concluyentes y que no había pruebas de disturbios.

El despliegue de la Guardia Nacional

La Guardia Nacional, que consta de aproximadamente 325.000 miembros de la Guardia Nacional del Ejército y 105.000 soldados de la Guardia Nacional Aérea, existe paralelamente al Ejército de los EE. UU., pero no forma parte de él. Sus raíces se remontan a 1636 y se utiliza para combatir desastres naturales y disturbios civiles. Normalmente, el control y mando de la Guardia Nacional recae en los estados, mientras que el presidente puede asumir el control durante la guerra o emergencias nacionales. El último despliegue significativo de la Guardia Nacional se produjo en 2020 durante las protestas tras la muerte de George Floyd.

Actualmente hay alrededor de 4.000 soldados de la Guardia Nacional desplegados en Los Ángeles para proteger la propiedad federal allí. Esta movilización fue duramente criticada por la alcaldesa Karen Bass y el gobernador Gavin Newsom. Trump también está considerando posibles despliegues de la Guardia Nacional en otras ciudades. El presidente está utilizando una ley que le permite desplegar la Guardia Nacional para sofocar una insurrección, pero no ha invocado la Ley de Insurrección, que permite el uso de militares en disturbios.

Controversias políticas y el marco legal

La movilización de tropas de la Guardia Nacional contra los deseos de los gobernadores es inusual y trae recuerdos del último caso similar durante el movimiento de derechos civiles bajo el presidente Lyndon B. Johnson en Alabama. Los líderes democráticos califican esta movilización como un “alarmante abuso de poder”, mientras que la administración Trump afirma que necesita mantener la seguridad y el orden en las ciudades afectadas.

Los acontecimientos actuales resaltan las tensiones entre el gobierno federal y los estados liderados por los demócratas, así como los desafíos legales y políticos asociados con el despliegue de la Guardia Nacional. El resultado de estos debates podría tener implicaciones de largo alcance para el futuro uso de fuerzas militares a nivel nacional.