Navidad en Ucrania: ¡la tradición se rompe, la división permanece!

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La iglesia más grande de Ucrania, anteriormente prorrusa, sigue siendo controvertida mientras el país celebra la Navidad el 25 de diciembre.

Die größte Kirche der Ukraine, die zuvor pro-russisch war, bleibt umstritten, während das Land Weihnachten am 25. Dezember feiert.
La iglesia más grande de Ucrania, anteriormente prorrusa, sigue siendo controvertida mientras el país celebra la Navidad el 25 de diciembre.

Navidad en Ucrania: ¡la tradición se rompe, la división permanece!

En el oeste de Ucrania, donde la tradición se une a la modernidad, la región de Zakarpatia se prepara para una Navidad muy especial. El 25 de diciembre se celebrará por segunda vez, un paso audaz para alejarse de las costumbres centenarias profundamente arraigadas en la Iglesia Ortodoxa Rusa. Pero mientras brillan las luces navideñas, las tensiones continúan latentes bajo la superficie.

Zakarpatia, conocida por su gente religiosa y sus impresionantes paisajes, tiene una historia turbulenta. Una vez dominada por la Iglesia greco-católica, que conserva los ritos ortodoxos, la región fue anexada por Joseph Stalin en 1944 bajo el dominio soviético. La Iglesia Ortodoxa Rusa, que tenía estrechos vínculos con la KGB, tomó el control. “Los servicios secretos soviéticos obligaron a los sacerdotes greco-católicos a adoptar la ortodoxia procomunista o los enviaron a Siberia”, explica el experto de Zakarpatia Oleh Dyba.

Las sombras del pasado

La Iglesia Ortodoxa Ucraniana (UOC) sigue siendo la comunidad religiosa más grande del país, a pesar de sus inclinaciones prorrusas en el pasado. El patriarca Kirill de Moscú, estrecho aliado de Vladimir Putin, complicó aún más la situación. Llamó a la guerra en Ucrania una “guerra santa” y afirmó que las almas de los soldados rusos caídos estaban siendo “limpiadas”. “Rusia está volviendo a los discursos de las Cruzadas medievales”, advierte el teólogo Andrey Kordochkin.

La UOC se ha separado oficialmente de Moscú y apoya el esfuerzo bélico acogiendo a refugiados y proporcionando ayuda humanitaria. Pero no se pueden ignorar las acusaciones contra sus líderes, que supuestamente tienen simpatías por Moscú. El metropolitano Mark, un destacado clérigo de Zakarpatia, se enfrenta a graves acusaciones, entre ellas tener pasaporte ruso y construir una casa cara cerca de Moscú.

Un país dividido

La creación en 2019 de la nueva Iglesia Ortodoxa de Ucrania (OCU), subordinada al Patriarcado de Constantinopla, pretendía simbolizar un nuevo comienzo. Pero a pesar de todos los esfuerzos, la UOC sigue fuerte. “Su sacerdote se negó a orar por mi primo, que luchó en Donbás en 2015”, informa Filip, de la aldea transcarpática de Chynadievo. “Nunca he ido a esa iglesia desde entonces”.

Las tensiones entre el clero proucraniano y prorruso han llevado a situaciones peligrosas. El arzobispo Afanasy fue sometido a un simulacro de ejecución en Luhansk en 2014 en medio de la represión de los separatistas contra los sacerdotes proucranianos. Más de 100 sacerdotes de la UOC son sospechosos de colaborar con Moscú y difundir propaganda rusa. Esto llevó a la aprobación de una ley que prohibía la UOC con el fin de fortalecer la seguridad nacional.

Pero estas medidas podrían ser contraproducentes. El investigador alemán Nikolay Mitrokhin advierte: “Si Ucrania pierde en el campo de batalla, es arriesgado tratar así a sus propios compatriotas”. Desplazar a la UOC sólo podría llevarla a fortalecerse en la clandestinidad y presentarse como un mártir.

En medio de esta agitación religiosa y política, la pregunta sigue siendo si la iglesia más grande de Ucrania sigue siendo realmente prorrusa. Mientras la gente se prepara para las fiestas, el futuro de la ortodoxia ucraniana sigue siendo incierto.