Ola de criminalidad en Hesse: ¡Las explosiones en cajeros automáticos están disminuyendo!
Las explosiones de cajeros automáticos en Hesse están disminuyendo considerablemente. El ministro del Interior, Poseck, explica el descenso como resultado del aumento de las medidas de seguridad.

Ola de criminalidad en Hesse: ¡Las explosiones en cajeros automáticos están disminuyendo!
En Hesse, el número de explosiones de cajeros automáticos está disminuyendo drásticamente. Según la información actual del Ministerio del Interior, a mediados de diciembre de 2024 solo se habían registrado unas dos docenas de explosiones, frente a 61 en 2023. El ministro del Interior, Roman Poseck, describe esta disminución como un “cambio de rumbo”, que se debe principalmente a la mejora de las medidas de protección y seguridad implementadas por la policía, los bancos y el poder judicial. Sin embargo, el peligro sigue siendo real: los perpetradores siguen utilizando métodos brutales para hacer estallar cajeros automáticos y causar daños inmensos: este año, los daños materiales ascienden a unos 4,7 millones de euros, mientras que así se robaron alrededor de 740.000 euros en efectivo. fr.de informó.
Enjuiciamiento exitoso
El éxito de la policía en el cumplimiento de la ley también es prometedor. En 2023, se identificaron más de 31 sospechosos y la tasa de resolución supera ahora el 50 por ciento. Este año ya se ha detenido a ocho presuntos responsables de la explosión de cajeros automáticos. Entre ellos se incluyen cuatro expertos en logística que participaron en la planificación de las explosiones, informa hessenschau.de. El Ministro del Interior subraya la importancia decisiva de las medidas preventivas: desde sistemas de tinta hasta videovigilancia y forman parte de una iniciativa única, la "Alianza de cajeros automáticos", en la que ahora participan unas 70 entidades de crédito.
Pero la situación sigue siendo tensa. Los investigadores advierten que las bandas están adaptando sus métodos y siguen utilizando explosivos sólidos para sus delitos, lo que plantea enormes riesgos, especialmente en zonas residenciales. Por lo tanto, la policía permanece en alerta máxima para hacer que las explosiones sean menos atractivas como delito y para proteger a los ciudadanos, como subrayan las autoridades.