20 años de Berghain: culto al techno que nunca desaparece
Descubra todo sobre el 20º aniversario de Berghain en Berlín: historias, experiencias y la especial cultura del club.

20 años de Berghain: culto al techno que nunca desaparece
Una experiencia única en la escena de discotecas de Berlín: ¡Berghain celebra su 20º aniversario! El 14 de diciembre de 2024, cientos de asistentes a la fiesta se reunieron en el frío glacial afuera del legendario club mientras los ritmos del techno palpitaban en el interior. La cola en la discoteca de renombre mundial, que alguna vez comenzó como un misterioso underground, revela una imagen llena de anticipación y nerviosismo. Cómo rbb24 Según los informes, se estima que hasta 1.000 personas esperan para entrar. Para muchos, la espera es parte de la experiencia, mientras tiemblan con sus llamativos trajes negros y se regocijan con el encanto especial de Berghain.
Tecnocultura y política de puertas
Este icónico club no sólo celebra la música, sino que también tiene una política de puertas especial. Alto gay-reiseblog.de El control de admisión ha cambiado a lo largo de los años, por lo que la vestimenta y la apariencia juegan un papel crucial. Los porteros tienen buen ojo para aquellos que quieren entrar al club con un estilo exagerado o un consumo importante de alcohol y drogas. Los invitados más exitosos suelen ser aquellos que se mantienen fieles al estilo casual techno-nerd, mientras que el club, con sus visitantes internacionales, ofrece una cierta diversidad que también atrae a la comunidad LGBTQ+.
Berghain ha pasado de ser un consejo privilegiado para los amantes del techno a convertirse en un fenómeno internacional que atrae a personas de todo el mundo. No es sólo el sonido del potente sistema de sonido lo que atrae a la multitud, sino también la atmósfera distintiva del club que trae recuerdos nostálgicos a los visitantes. Muchos recuerdan sus primeras experiencias en el entonces más pequeño Ostgut, el predecesor del Berghain, y hablan de una profunda conexión emocional que hace del club una especie de segundo hogar.