Madre admite acto fatal: ¿Por qué tuvo que morir el bebé?
Madre en Viena se confesó tras la muerte de su bebé prematuro. Motivo: los problemas familiares y el estrés psicológico son el foco de la investigación.

Madre admite acto fatal: ¿Por qué tuvo que morir el bebé?
Un caso impactante ocurrido en Viena causa horror: una madre de 30 años es sospechosa de haber matado a su bebé prematuro en la clínica de Favoriten. La pequeña Melek, que nació poco después de su nacimiento en un largometraje dramático, pesa poco menos de dos kilogramos y mide 43 centímetros, fue encontrada en un contenedor de basura después de una impactante confesión de su madre. Según la fiscalía de Viena, la mujer está siendo investigada por asesinato. hoy.en informó.
Durante su entrevista, la madre admitió haber tomado una decisión drástica tras no saber cómo afrontar su embarazo no deseado. Ella describió cómo sacó clandestinamente a Melek de la clínica, solo para dejarla cerca después de que ella comenzó a llorar. Inicialmente, su plan era “deshacerse” del bebé y supuestamente esperaba que el pequeño pudiera pasar desapercibido. Un investigador comentó que las confesiones de la madre fueron "demasiado frías y horribles" cuando la policía la confrontó después de que ella afirmara que el bebé había sido secuestrado. Más tarde cambió su historia y dio la supuesta razón de que había “regalado” al pequeño Melek a una limpiadora, lo cual fue descartado como una tontería. El bebé finalmente murió a causa de las heridas sufridas.
Conflictos familiares y estrés psicológico.
La tragedia podría tener causas más profundas en un conflicto familiar y presión psicológica. Los informes de la clínica y de la comunidad turca indican que la madre estaba bajo una presión considerable, no sólo por parte de su propia familia, sino también de la familia del padre del niño. Cómo oe24 Según lo informado, la mujer pudo haber sufrido depresión posparto o psicosis. Había mantenido el embarazo en secreto y cuando regresó de la clínica fue el momento en el que ya no se sentía capaz de afrontar su estado mental.
El padre del niño, que participó en el embarazo, no la apoyó durante este período crítico, y tanto los miembros de la familia como el padre de la internalización del terror a menudo parecen haber sido una fuente de dolor. Las acusaciones de acoso podrían indicar que la hostilidad y la presión de las familias llevaron a este terrible acto. El hombre de 30 años se encuentra en prisión preventiva, mientras que la abogada Astrid Wagner subraya que las circunstancias son mucho más complejas de lo que parecen inicialmente.