Cómo las prótesis de IA están cambiando la vida de los amputados de brazos en Viena
Descubra cómo las prótesis de IA de Viena mejoran la vida de las personas a las que les faltan extremidades. Las tecnologías innovadoras ofrecen nuevas perspectivas para una mejor calidad de vida.

Cómo las prótesis de IA están cambiando la vida de los amputados de brazos en Viena
En Viena, empresas líderes trabajan en soluciones innovadoras para personas que han perdido una mano. Martin Wehrle muestra en Ottobock, líder mundial del mercado de prótesis, cómo las tecnologías modernas, apoyadas por la inteligencia artificial (IA), pueden mejorar la vida cotidiana de los afectados. Estas prótesis de alta tecnología permiten realizar movimientos cotidianos de la mano que muchas personas dan por sentado, como coger un bolígrafo o levantar el dedo índice.
Wehrle, director senior de productos de Ottobock, presenta la mano “bebionic”, una prótesis mioeléctrica basada en el control mediante señales eléctricas. Las personas que han perdido una mano debido a accidentes o enfermedades a menudo mantienen intactos los músculos del antebrazo. Estos músculos almacenan la memoria de los movimientos de la mano, y cuando el usuario piensa en abrir o cerrar la mano, el cerebro envía una señal que es detectada por sensores en la prótesis.
Tecnología e inteligencia combinadas
La conexión entre el usuario y la prótesis ha mejorado significativamente en los últimos años gracias a los avances de la IA. "Con hasta ocho electrodos podemos registrar con precisión las señales en el antebrazo y combinarlas para garantizar un control más preciso", explica Wehrle. Esto permite adaptar rápidamente la prótesis a las necesidades individuales del usuario. Después de un breve periodo de práctica, a menudo de sólo una hora, se pueden dominar funciones básicas como abrir y cerrar la mano. Estos ejercicios incluso son compatibles con una aplicación en dispositivos móviles.
Aprender las numerosas funciones se asemeja a aprender a tocar un instrumento. Wehrle destaca que la alegría y la dedicación son cruciales a la hora de practicar. Se puede observar un desarrollo significativo después de unos meses, pero sigue siendo un proceso continuo que puede durar toda la vida. Sin embargo, esta tecnología tan compleja tiene un precio: Wehrle estima que los costes equivalen aproximadamente al precio de un coche pequeño bien equipado.
Viena como centro de innovación
Todo el proceso de desarrollo de las prótesis suele tener lugar en Viena, donde un equipo dedicado de 130 especialistas trabaja en la concepción, la investigación y la producción. Esto incluye diversas profesiones como ingenieros mecatrónicos, mecánicos de precisión y técnicos ortopédicos, todos los cuales aportan su experiencia. El objetivo es producir prótesis en pequeñas cantidades pero con la máxima precisión. "Esta producción local es decisiva, porque muchas piezas no son fáciles de conseguir", explica Matthias Buhl, director de ingeniería industrial.
Aunque las tecnologías son impresionantes, Wehrle señala que las prótesis aún están lejos de la funcionalidad de una mano humana. En el futuro, los sensores implantables podrían perfeccionar aún más el control del movimiento y hacer así el uso de las prótesis aún más intuitivo. En los próximos 10 a 15 años, espera avances más completos en prótesis que permitirán a los usuarios integrarlas aún mejor en sus vidas.
El objetivo es ayudar a los afectados a participar más activamente en la vida social y mejorar su calidad de vida. "Detrás de cada producto hay una persona que ha perdido una extremidad", subraya Wehrle, que pasa de la pura tecnología a la mejora de las condiciones de vida de los usuarios. Para más información sobre estos avances tecnológicos, ver el informe en www.5min.at.