El enfoque: lucha contra las plantas invasoras en la inclinación

El enfoque: lucha contra las plantas invasoras en la inclinación

En una reserva natural en incrustaciones en Austria, en el distrito de la tierra de Innsbruck, se mueven especies de plantas invasoras. Las plantas problemáticas, como el repollo de salto glandular y la voraz de oro canadiense, se arrancan en un área de 15 hectáreas. Estas plantas no son solo un peligro para la vegetación doméstica, sino que también pueden aumentar los costos de salud.

El repollo salto glandular se destaca debido a su llamativa flor violeta, mientras que la cupadina de oro canadiense cautiva con su amarillo radiante. Pero detrás de su belleza es un problema grave para la flora local. La efectividad de estas medidas se prueba en un proyecto piloto recientemente lanzado para combatir neófitos, es decir, plantas no regionales. También se examina qué recursos financieros se necesitan para controlar la flora invasiva.

El desafío de la lucha neófita

Los neófitos son plantas que no son originalmente nativas de una región y que a menudo se extienden a través de cambios hechos por el hombre como el calentamiento global. Estas especies invasoras se propagan rápidamente y pueden cubrir grandes áreas, lo que restringe masivamente la formación de plantas locales. Este fenómeno cambia el equilibrio natural de los ecosistemas en los que ocurren estos neófitos.

Ronja Strompen de la Universidad de Innsbruck señala que se requieren cuidado y resistencia cuando estas plantas están lloradas. "Es importante que las plantas se eliminen con la raíz. De lo contrario, forman estribaciones, lo que no justifica el esfuerzo", explica. Monika Jäger del departamento ambiental del país agrega que no es útil eliminar las plantas solo una vez. En cambio, debe planear hacer esto durante al menos cinco años para garantizar la eficiencia de las medidas.

Aspectos económicos y de salud

La importancia de combatir los neófitos va más allá de la conservación de la naturaleza. Ciertas plantas invasoras también pueden desencadenar problemas de salud. La irritación de la piel, las alergias e incluso el envenenamiento son posibles consecuencias del contacto con especies como la garra de oso gigante o la ambrosía. El botánico Konrad Pagitz enfatiza que los costos de salud de la ambrosía en Austria son de alrededor de 200 millones de euros anuales. Esto ilustra cuán profundamente pueden ser los efectos de las especies invasoras en la sociedad, no solo con respecto al medio ambiente, sino también con respecto a las finanzas en el sector de la salud.

Más información sobre los peligros de las plantas peligrosas están en un informe designado Tirol.orf

Kommentare (0)