Pequeño y déjelo ir: la tendencia hacia la rareza en el área de Ruhr

Pequeño y déjelo ir: la tendencia hacia la rareza en el área de Ruhr

En los últimos años, se ha establecido un nuevo concepto en Alemania que se ocupa de un profundo sentimiento humano: la ira. Este movimiento, también llamado Rage Rooms o Wut Rooms, ofrece a las personas la oportunidad de liberarse de su ira de una manera inusual. En Hattingen, en el área de Ruhr, Dirk Jaresch opera una instalación de este tipo que no es solo un lugar para la destrucción, sino también para la autoconciencia.

El hombre de 64 años está visiblemente entusiasmado con las reacciones de sus clientes. "Los televisores de tubos viejos son particularmente populares", explica, mientras está en su espacio simple y sin ventanas, lo que a primera vista parece desagradable. "Si la prisa, hay una explosión de equilibrio". Los clientes reservan una ventana de tiempo para al menos 117 euros en los que pueden golpear contra todo lo que Jaresch proporciona, desde platos hasta lavadoras.

enojo como fenómeno social

El concepto de Rage Rooms tiene sus raíces en Japón, pero también se ha vuelto popular en Alemania en los últimos años. Jaresch abrió su "centro antidisturbios" hasta mediados de -2023, inspirado en una escena cinematográfica en la que una habitación de hotel estaba devastada. "La ira y la agresión parecen aumentar en nuestra sociedad", señala, y se ve a sí mismo como parte de una tendencia floreciente.

En el discurso social, la ira es un tema frecuentemente tratado. El término "ciudadano enojado", que se define en Duden como un ciudadano que protesta violentamente debido a decisiones políticas, también se está volviendo más importante. Esta emoción no solo dirige nuestras conversaciones políticas, sino que también tiene un impacto en nuestra vida diaria. Psicólogos como André Ilcin enfatizan la necesidad básica de experimentar y canalizar la ira en lugar de suprimirlos. En nuestra sociedad a menudo aprendemos a ocultar nuestra ira, un hecho que puede tener consecuencias negativas.

Como nota de Jaresch, muchos de sus clientes entran en la ira con una "razón". A menudo son personas de profesiones como educadores o enfermeras que enfrentan estrés y tensión. Tu motivación es clara: quieres experimentar una "liberación". "No haces eso de otra manera", dice un cliente satisfecho que informa de su visita. Para muchos, la sensación de aplastar es una forma inesperada pero necesaria con urgencia de alivio.

Jaresch es consciente de que no todos pueden evitar emocionalmente. Los estudios muestran que el manejo correcto de esta emoción es crucial para el pozo personal. Si bien alguna experiencia que destruir las cosas los ayudará, también hay advertencias. Los psicólogos señalan que la visita repetida en tales habitaciones no resuelve los problemas reales, sino que puede conducir a un vínculo poco saludable entre la agresión y el comportamiento destructivo.

Las habitaciones en sí transmiten un ambiente especial: son estériles y Boyos, equipados con herramientas como refugio y bares de hierro. Los clientes a menudo vienen en grupos, y el uso de ropa protectora rápidamente deja en claro que esto no es una diversión de ocio ordinaria. El objetivo es dejar la "presión fuera de la caldera" sin tener sentimientos de culpa.

Por el contrario, los expertos temen que las visitas regulares a los sentimientos de ira útiles de Rage Room puedan mezclarse con comportamientos destructivos, lo que puede conducir a la necesidad real de destruir en la vida cotidiana. Para las personas que alguna vez estuvieron en Jaresch con ira, a menudo un sentimiento de liberación que ella libera a su vida cotidiana con un nuevo vigor.

Incluso si la ira representa un tema intensivo, la posibilidad de vivir esta emoción en un lugar seguro ofrece una forma de alivio que recibe mucha atención. Cuando muchos piensan que la destrucción no tiene lugar en la sociedad civil, hay una nueva forma de lidiar con las emociones.

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