Crisis sanitaria en Dinamarca: ¡el riesgo de pobreza aumenta los errores de medicación!
Un nuevo estudio danés muestra desigualdades sociales en la atención de los medicamentos y sus efectos sobre la salud.

Crisis sanitaria en Dinamarca: ¡el riesgo de pobreza aumenta los errores de medicación!
Un estudio reciente realizado por Amanda Paust y sus coautores, publicado en la revista Plos Medicine, destaca tendencias alarmantes en el suministro de medicamentos, particularmente entre los grupos socialmente desfavorecidos. El estudio se basa en un estudio nacional realizado en Dinamarca con 177.495 participantes y está dedicado a la cuestión de los medicamentos potencialmente inapropiados (PIM) y sus consecuencias para la salud. Los resultados muestran que, a pesar de un sistema sanitario universal, existen importantes desigualdades sociales.
El estudio encontró una alta tasa de error potencial en la atención de medicamentos, con un 14,7% de los participantes expuestos a PIM. De particular preocupación es la subprovisión (START-PIM), que ocurrió con mayor frecuencia con un 12,5%. Por el contrario, se encontró un exceso de oferta del 3,1%. Los datos ilustran hasta qué punto la situación social influye en la calidad del tratamiento. Aquellos con menos riqueza tienen un 85% más de riesgo de PIM en comparación con el grupo más rico, mientras que los ingresos más bajos aumentan el riesgo en un 78% y los niveles bajos de educación en un 66%.
Determinantes sociales de la salud
Estos resultados son consistentes con los hallazgos del Instituto Robert Koch, que analiza los determinantes sociales de la salud y las desigualdades en salud. El instituto se ocupa de una variedad de aspectos, incluida la desigualdad social, el mundo del trabajo, la migración y las diferencias regionales. Los datos se basan en análisis epidemiológicos y de seguimiento de la salud integrales y muestran que las desigualdades sociales en salud y enfermedad son un fenómeno universal que depende de varias características de diferenciación social.
Además, está claro que las personas con escaso apoyo social o redes sociales limitadas, como los inmigrantes y las personas socialmente desfavorecidas, corren un mayor riesgo de polifarmacia. Esta forma de medicación puede potencialmente causar más daño que bien, algo que debe abordarse con urgencia.
Medidas políticas y recomendaciones
El estudio recomienda medidas políticas concretas para reducir el uso inadecuado de medicamentos y mejorar la equidad en salud. La necesidad de abordar las desigualdades en salud se destaca aún más por la variación en el riesgo de enfermedad en la edad adulta media y avanzada, que está determinada por las influencias de la primera infancia.
En resumen, las investigaciones actuales no sólo destacan los problemas acuciantes en el suministro de drogas, sino que también exigen un debate de gran alcance sobre la movilidad social, los ingresos y el acceso a la educación para promover de manera sostenible la salud de la población. A la vista de los resultados presentados, es fundamental mejorar las condiciones de salud de los grupos desfavorecidos. Ya se puede ver que la desigualdad social tiene un impacto significativo en la salud y el bienestar de muchas personas.
Para obtener más información sobre los determinantes sociales de la salud, nos remitimos al Instituto Robert Koch y al tema específico de las desigualdades sociales en salud. Bioeg.
El análisis exhaustivo de los desafíos de salud que afectan a los grupos socialmente desfavorecidos apunta a la necesidad urgente de actuar para mejorar la atención sanitaria. Los resultados del estudio del Kleine Zeitung (https://www.kleinezeitung.at/service/newsticker/chronik/19716781/aermere-mit-hohem-risk-fuer-bessere-gesundheitspflege) son un fuerte llamamiento a intervenciones y medidas políticas integrales.