El engaño de Belle Gibson: ¡Cómo una mentira engañó a millones!
La serie de Netflix "Apple Cider Vinegar" cuenta la historia real de Belle Gibson, quien fingió su cáncer para ganar fama y dinero.
El engaño de Belle Gibson: ¡Cómo una mentira engañó a millones!
La nueva serie de Netflix Apple Cider Vinegar cuenta la desgarradora historia real de Belle Gibson, una influencer australiana que difundió con éxito sus mentiras sobre un presunto tumor cerebral. Belle, interpretada brillantemente por Kaitlyn Dever, no sólo fingió estar gravemente enferma, sino que también promocionó un estilo de vida saludable como cura para su cáncer inexistente. Alto Krone.at Pudo llegar a una gran audiencia y construir una notable base de seguidores con su dudoso mensaje de salud, que promovía una dieta libre de azúcar, carnes rojas y gluten. Pero la realidad fue muy diferente: Belle nunca tuvo los diagnósticos que anunciaba y toda su carrera se basó en el fraude.
La cautivadora narrativa se complementa con el personaje de Milla Blake, interpretada por Alicia Debnam-Carey, quien sufre de cáncer y cree que puede vencer su enfermedad con métodos de curación alternativos. Mientras Milla busca una verdadera curación, Belle continúa tejiendo sus historias y cautivando a innumerables personas. Esta rivalidad ficticia y los temas de codicia y desinformación iluminan los peligros de la industria del bienestar tal como es. Forbes resume. A pesar de que el personaje de Milla está parcialmente inspirado en personas influyentes en el bienestar de la vida real, Belle sigue siendo un personaje real con una traición real que tuvo efectos de gran alcance.
Detectando el fraude
El engaño de Gibson finalmente quedó expuesto en 2015 cuando los medios de comunicación se dieron cuenta de las inconsistencias en su historia. Según informes elaborados para The Age y The Sydney Morning Herald por Beau Donnelly y Nick Toscano, ha visto aumentar las sanciones por sus prácticas fraudulentas. Belle afirmó falsamente que le habían diagnosticado un tumor cerebral mortal en 2009. Las afirmaciones falsas no solo provocaron una pérdida masiva de credibilidad, sino también consecuencias legales, y las autoridades la demandaron en 2016 por prácticas comerciales engañosas.
<|image_sentinel|>Gibson finalmente fue condenada y tuvo que pagar una multa de 410.000 dólares australianos, una cantidad que había aumentado a más de medio millón en 2020, ya que todavía no había pagado la multa. Las investigaciones revelaron que la autoridad todavía está intentando reclamar los fondos pendientes. Su historia, basada en mentiras y manipulación, no es sólo un llamado a la cautela cuando se trata de promesas de bienestar, sino también una reflexión crítica sobre los peligros de las redes sociales y la necesidad de validación en la era digital.