Boloñesa en la prueba: ¡Las salsas son realmente buenas!
El AK Alta Austria probó salsas boloñesas del supermercado y reveló diferencias significativas en la calidad y desviaciones en la receta.
Boloñesa en la prueba: ¡Las salsas son realmente buenas!
La Cámara del Trabajo de Alta Austria acaba de realizar una prueba exhaustiva de las salsas boloñesas del supermercado, lo que sin duda está causando revuelo. Se comprobaron los ingredientes y la calidad de más de 16 productos acabados, entre los que destacó un claro ganador: el ragú a la boloñesa ecológico alce nero, que se vende a unos impresionantes 19,95 euros el kilo, obtuvo unos notables 85 sobre 100 puntos. Por el contrario, estaba el último de la serie de pruebas, que sólo costó 3,55 euros el kilogramo y obtuvo unos modestos 22 puntos. Esta diferencia de precio indica claramente una diferencia de calidad, así como ots.at destaca que muchos menos productos orgánicos que se acerquen a la receta original salen ganando.
La revisión encontró que las salsas diseñadas a menudo están muy alejadas de la receta tradicional. Cada variante probada evitó la panceta requerida en la versión italiana original y en su lugar utilizó ajo y otras mezclas de especias que no aparecen en la receta auténtica. El original sólo requiere cebollas, zanahorias, apio, aceite de oliva de alta calidad y, opcionalmente, caldo o leche. Los evaluadores consideraron estas desviaciones como libertad creativa, mientras que el uso de aceite de colza más barato en lugar de aceite de oliva y el uso de espesantes y aromas dieron como resultado importantes deducciones de puntos. La inferior calidad también se reflejó en el contenido de carne, que sólo osciló entre el 14 y el 29 por ciento. Muchos frascos sólo contenían carne de vacuno o carne picada mixta, mientras que algunos productos también contenían carne de diferentes países de la UE, como por ejemplo orf.en informó.
La relación precio-rendimiento
Las grandes diferencias de precios se reflejan no sólo en la calidad, sino también en el origen de los ingredientes principales. Mientras que algunos fabricantes apuestan por la calidad austriaca e italiana, otros utilizan carne de diferentes países de la UE y, en casos extremos, el animal puede proceder de los 27 estados miembros. Los tomates proceden principalmente de Italia, pero también de España y Portugal. Este resultado demuestra que a la hora de comprar salsas boloñesas, no sólo el precio sino sobre todo la calidad es crucial para garantizar una auténtica experiencia de sabor.