Luchar por la derecha: ¡Las mujeres en Austria exigen el congelamiento social!
El 13 de junio de 2025, el Tribunal Constitucional negociará la prohibición de la congelación social en Austria: una demanda exige reformas en la congelación de óvulos.

Luchar por la derecha: ¡Las mujeres en Austria exigen el congelamiento social!
En Austria, la congelación de óvulos, también conocida como congelación social, está actualmente prohibida por ley sin indicación médica. El 13 de junio de 2025, el Tribunal Constitucional (VfGH) conocerá una demanda que impugna esta prohibición. En su demanda, una mujer de Viena invoca el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que protege el derecho al respeto de la vida privada y familiar. La decisión del Tribunal Constitucional aún está pendiente.
Lisa Maria Ladner, cofundadora de la nueva empresa Fyrce Care, es una de las voces detrás de la petición para levantar la prohibición del congelamiento social. Tuvo que viajar al extranjero en 2024 para congelar sus óvulos, lo que le supuso una carga adicional. Junto con su colega Johanna Rief, lanzó la plataforma Fyrce Care para apoyar a las mujeres en esta materia. Hasta ahora la petición ha recibido varios cientos de firmas.
Marco legal
Según la Ley de Medicina Reproductiva (FMedG), la congelación de óvulos sólo está permitida en casos de necesidad médica, como cáncer o endometriosis. Por el contrario, la congelación de espermatozoides está permitida sin indicación médica. Bettina Toth, directora de la Clínica Universitaria de Endocrinología Ginecológica y Medicina Reproductiva, explicó que las indicaciones médicas más comunes para la congelación de óvulos son en mujeres en condiciones críticas de salud, que muchas veces enfrentan infertilidad después de los tratamientos.
El abogado de la demandante, Matthias Brand, destacó que la congelación social de óvulos no supone ninguna desventaja para las mujeres ni para sus hijos. Un estudio sugiere que una de cada cuatro mujeres en Austria podría quedarse permanentemente sin hijos porque la fertilidad femenina disminuye significativamente a partir de los 30 años. A pesar de los elevados costes de alrededor de 4.000 euros por ciclo para la extracción de óvulos y 400 euros al año para el almacenamiento, entre las mujeres jóvenes hay un gran interés en esta opción.
Críticas y perspectivas sociales
La discusión sobre el congelamiento social no está exenta de polémica. Voces críticas, como la de Martina Kronthaler, secretaria general de Aktion Leben österreich, alertan sobre los riesgos para la salud de los embarazos tardíos y la presión social que sufren las mujeres en materia de planificación familiar. Kronthaler califica el método de costoso e inseguro y pide una mayor responsabilidad social para la compatibilidad entre el trabajo y la familia.
El gobierno ha enfatizado que la legislación está dentro de su alcance. Johanna Hayden, de la Cancillería Federal, se refirió a la discrecionalidad del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en materia de inseminación artificial y pidió un período de preparación de 18 meses en caso de que se modifique la ley.
Si bien la comunidad médica pide una reforma de la legislación existente, el debate público también muestra que las mujeres quieren tomar decisiones autónomas a la hora de tener hijos. El Tribunal Constitucional se enfrenta ahora a la tarea de aclarar si la prohibición existente puede conciliarse con el derecho a la autodeterminación.
Las decisiones del Tribunal Constitucional podrían tener consecuencias de gran alcance para la medicina reproductiva en Austria. La congelación social ya está permitida en países como España, Suecia y Bélgica. El resultado de esta negociación será observado con gran interés.
Informes vol.at, News.at informa al respecto, y Kosmo.at añade el contexto.