Calidad del aire en Kiel: ¿el aire que respiramos es peligroso o inofensivo?
Obtenga más información sobre la calidad del aire actual en Kiel y sus efectos sobre la salud el 18 de diciembre de 2024.

Calidad del aire en Kiel: ¿el aire que respiramos es peligroso o inofensivo?
La calidad del aire en Kiel alcanzó niveles preocupantes el 18 de diciembre de 2024. En la calle Bahnhofstrasse se midieron las partículas finas de polvo de la clase PM10 y se determinó el valor límite crucial de 50 microgramos por metro cúbico de aire. Según las directrices de la UE, si se supera este valor, se deben tomar contramedidas después de solo 35 casos al año para evitar sanciones. La estación de medición muestra claramente lo crítica que es la situación, ya que el aire contaminado es un problema grave tanto para el medio ambiente como para la salud de las personas. KN en línea informó.
Las cifras son alarmantes: más de 240.000 muertes prematuras en la UE se pueden atribuir a la influencia del polvo fino. Las partículas no son sólo la contaminación primaria proveniente del tráfico y la industria, sino también las partículas secundarias, que surgen de reacciones químicas en la atmósfera. Agencia Federal de Medio Ambiente explicado. Particularmente peligrosas son las partículas PM10 y PM2,5, que penetran profundamente en el tracto respiratorio y pueden provocar graves riesgos para la salud, incluidas enfermedades respiratorias y problemas cardiovasculares. Cualquiera que pertenezca a grupos especialmente sensibles o que ya padezca enfermedades respiratorias debe evitar el ejercicio físico al aire libre si la calidad del aire es mala.
Las estaciones de medición del aire también ofrecen una perspectiva sobre la evolución futura de la calidad del aire. En las áreas metropolitanas, las emisiones del tráfico rodado, especialmente de los motores diésel, son la principal fuente de estas partículas nocivas. A la vista de los valores determinados, surge la pregunta de qué medidas puede tomar la ciudad de Kiel para mejorar de forma sostenible la calidad del aire y proteger la salud de sus ciudadanos. Si los valores siguen aumentando, no sólo habrá riesgos para la salud, sino también consecuencias legales para la ciudad, que debe cumplir con la normativa de la UE.