IA consumidora de electricidad: ¡Cómo ChatGPT contamina nuestro clima!
OpenAI informa sobre el consumo de energía de las consultas de IA y los desafíos futuros debido a la creciente demanda de electricidad.

IA consumidora de electricidad: ¡Cómo ChatGPT contamina nuestro clima!
El uso de la inteligencia artificial (IA) plantea desafíos ecológicos cada vez mayores. Según OpenAI, una solicitud a ChatGPT, una de las plataformas de inteligencia artificial más conocidas, consume tanta electricidad como un segundo de funcionamiento de un horno. El jefe de OpenAI, Sam Altman, ve esto como un problema y una oportunidad para el futuro de la tecnología. Expresa optimismo sobre el papel de la IA en un futuro más próspero, a pesar de las preocupaciones sobre posibles pérdidas de empleos.
Algunas cifras ilustran el alto consumo de recursos de los sistemas de IA. El consumo de agua para una sola petición es sólo una quinta parte de una cucharadita. Sin embargo, este consumo suma enormemente si se tiene en cuenta la gran cantidad de solicitudes diarias. Alto noticias diarias El entrenamiento de ChatGPT-3 requiere aproximadamente 5,4 millones de litros de agua, de los cuales 700.000 litros se utilizan para enfriar los centros de datos.
La creciente demanda de energía
Las empresas tecnológicas Microsoft, Google y Amazon ya tienen planes estratégicos para satisfacer sus crecientes necesidades energéticas. Entre otras cosas, dependen de la energía nuclear para no aumentar sus emisiones de dióxido de carbono. Los requisitos energéticos de los centros de datos que soportan aplicaciones de IA son un gran problema. Una tendencia preocupante muestra que el consumo de electricidad en los centros de datos en Alemania aumentó un 70 por ciento entre 2010 y 2021. Esto es más lento que el aumento de la demanda de estas instalaciones a medida que los servidores se vuelven más eficientes.
Otra consideración es el consumo de agua, fundamental para enfriar los servidores. Para 2030, se espera que el consumo de agua para la refrigeración de servidores alcance los 664 mil millones de litros, casi cuatro veces más que en 2023. La clave aquí es el funcionamiento de los sistemas de refrigeración por aire y agua, que requieren importantes cantidades de agua.
Política ambiental y sostenibilidad
El aumento del uso de la IA está provocando un preocupante aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Las previsiones muestran que las emisiones aumentarán de 212 millones de toneladas a 355 millones de toneladas en 2030. Para combatir esta evolución negativa, las empresas y los responsables políticos deben tomar medidas. El Öko-Institut recomienda en nombre de Greenpeace Alemania requisitos vinculantes de transparencia y una etiqueta de eficiencia para los centros de datos.
Un enfoque orientado al futuro podría ser la integración de centros de datos en redes de energía renovable y calefacción. El objetivo es garantizar que los avances en IA no obstaculicen la protección del clima, sino que contribuyan activamente a la transición energética. Sin embargo, el debate sobre la sostenibilidad de la IA apenas comienza, advierte Ingenieur.de.
Es necesario crear un marco político y social consciente para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la IA para la protección del clima y minimizar los riesgos.
Dados los desafíos que plantea el creciente consumo de energía y agua de los centros de datos de IA, existe una necesidad urgente de realizar más estudios para medir los impactos ambientales con mayor precisión y desarrollar medidas para reducirlos. El debate sobre la IA y sus consecuencias medioambientales seguirá ganando importancia.