Fighter for Human Rights: ¡Kara-MURSA recibe precio en Viena!

Fighter for Human Rights: ¡Kara-MURSA recibe precio en Viena!

En una ceremonia significativa en Viena, el oponente de Kreml ruso Vladimir Kara-Mursa y su esposa Jewgenija fueron honrados con el Premio de Derechos Humanos de la Fundación Bruno Kreisky. Este premio no es solo un símbolo para su uso inquebrantable contra la opresión en Rusia, sino también un llamado al apoyo urgente de otros disidentes que aún se garantizan en las prisiones rusas. Vladimir Kara-MURSA, él mismo víctima de la persecución política, fue liberado en agosto después de que se enfrentó a un castigo grave de 25 años tras las rejas en un intercambio de prisioneros.

Su lucha es mucho más que un asunto personal. Él y su esposa aplauden los esfuerzos para la liberación de otros desafortunados detenidos como el concejal del distrito de Moscú, Alexej Gorinow, y la periodista Marija Ponomarenko, quienes han recibido largos períodos de prisión por sus declaraciones críticas sobre la guerra de ataque ruso contra Ucrania. Los Kara-Mursas enfatizan que para muchos de estos detenidos cada minuto cuenta y la libertad es a menudo una cuestión de vida y muerte.

Un llamamiento al mundo occidental

En su discurso,

Jewgenija Kara-MURSA exigió vigorosamente que los políticos en el mundo occidental repensaran su actitud. "Cuando una lucha real se extiende entre el bien y el mal, los dictadores se unen y ponen en peligro la supervivencia de la democracia en todo el mundo, no puedes ser neutral", advirtió. Estas palabras ilustran la urgencia con la que ella y su esposo se dirigen a la comunidad internacional.

Wladimir Kara-MURSA, un político experimentado y joven padre, reflexionó sobre la historia de los disidentes en Rusia durante la ceremonia. Recordó las experiencias del famoso disidente Vladimir Bukowski, quien también fue liberado de un intercambio de prisioneros en 1976. Kara-MURSA citó las memorias de Bukowski en las que se refirió a los políticos occidentales con una mirada crítica a los políticos occidentales: "Para muchos, la oportunidad de obtener el tocino de desayuno en el gas soviet es más importante que los derechos humanos".

Esta conexión histórica deja en claro que la lucha por los derechos humanos no es solo en Rusia, sino también en la percepción de los gobiernos occidentales. Los Kara-Mursas representan simbólicamente las muchas voces, que a pesar de todos los contratiempos y amenazas no deben ser silenciados. Por lo tanto, la adjudicación renovada de los dos en Viena debería servir como un llamado de Wake -Up a los actores internacionales, para posicionarse más claramente y aumentar la presión sobre el régimen autoritario.

El premio de la Fundación Bruno Kreisky que recibieron los Kara-Mursas es un paso importante para señalar la necesidad de cambios y poner la situación de los disidentes en Rusia a la luz. Si bien ellos mismos son reconocidos como sobrevivientes de la persecución política, su compromiso para los demás sigue siendo una fuerza central con la esperanza de la libertad y la democracia en Rusia.

Más detalles sobre estos desarrollos se pueden encontrar en un informe de www.radiohochstift.de .

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