Butcher tradicional Klaus: ¡Después de 30 años hay un final en desacuerdo!
Butcher tradicional Klaus: ¡Después de 30 años hay un final en desacuerdo!
En desastre, el capítulo del tradicional carnicero Klaus ha terminado. Después de más de 30 años en los negocios, los propietarios Max Klaus y su socio Marlies Huber cerrarán el carnicero a fin de año. El factor decisivo para este paso es la creciente falta de personal que ha estado agobiando la industria durante algún tiempo.
"Simplemente no podemos encontrar a nadie que quiera trabajar aquí con nosotros", explica Max Klaus. El carnicero habla con fluidez en el número de empleados con una realidad verdaderamente deprimente: cuatro de los 13 empleados ya han abandonado la empresa. La situación del personal es particularmente crítica porque muchos de los empleados restantes trabajan en parte a tiempo. "Encontrar fuerzas de tiempo completo se está volviendo cada vez más difícil", agrega Klaus.
crecientes dificultades en la industria
Klaus deja en claro que no está solo con sus dificultades. Muchos de sus colegas luchan con desafíos similares porque el trabajo del carnicero en los jóvenes se está volviendo cada vez más impopular. Mientras que el carnicero tenía 15 aprendices en el distrito de Miesbach durante su período de entrenamiento, solo fueron cinco este año. "Esta es una disminución alarmante", dice. A pesar de las condiciones de trabajo mejoradas en comparación con el pasado, Klaus cree que los salarios son decisivos para este desarrollo. "La carga fiscal sobre los salarios es simplemente una imposición".
En muchas regiones, la industria atrae a especialistas al pagar mejores salarios, lo que también dificulta que la tienda de carnicería de Klaus siga siendo competitiva. El artesano del distrito Martin Heimgreiter confirma que la situación es tensa en muchas artesanías. Algunas compañías tienen que atornillar sus ganancias fuertemente debido a los altos costos de energía y el esfuerzo burocrático.
El cierre del Klaus Butcher no solo significa una pérdida para la familia que dirige el negocio durante 30 años, sino también para la comunidad local. Klaus se hizo cargo de la tienda de carniceros de sus padres, y para los propietarios fue una decisión difícil, lo que encontraron inevitable. "Tuvimos que sopesar si continuaríamos invirtiendo o tirando del Ripcord", explica.
Un final incierto y el futuro de la ubicación
El 30 de noviembre, Klaus y Huber finalmente cerrarán las puertas de su carnicero. Hoy en día, el enfoque está en encontrar un inquilino después de menos con el que las discusiones ya están en marcha. El contrato de arrendamiento con la cervecería ARCO del Conde se extiende hasta finales de diciembre, y los dos inquilinos quieren usar el mes para despejar las habitaciones.
La cuestión de qué debería suceder con las instalaciones después de que la tienda de carnicería está cerrada aún no está clara. Klaus está en conversaciones con seguidores potenciales, pero no está claro si también usarán las salas de ventas o si solo quieren usar las salas de producción.
Max Klaus no tiene planes concretos en relación con su futuro personal. "Me gustaría encontrar primero la vida después de la vida. Estoy seguro de que me quedaré en la industria, pero al igual que todavía está en las estrellas". Sus vendedores ya han encontrado nuevos empleos mientras Klaus se está preparando para la despedida emocional. "No será una sensación fácil si duremos", explica.
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