El regreso del órgano: ¡una vida para las teclas en Baviera!
Descubra cómo Helmut Marx vive su pasión por la construcción de órganos en Donau-Ries y conserva los instrumentos catalogados.

El regreso del órgano: ¡una vida para las teclas en Baviera!
En medio de una ardiente pasión por la construcción de órganos se encuentra Helmut Marx, cuyo corazón late por el deslumbrante mundo de la música religiosa. ¿El trabajo de su vida? Mantener y mantener vivos los instrumentos históricos de la Manufactura Steinmeyer. A pesar de los desafíos que conlleva el trabajo (muchos meses de ensamblaje, a menudo lejos de casa), este oficio sigue siendo más que un simple trabajo para Marx. Sus cuatro hijos también se han convertido en músicos del instrumento, subrayando la arraigada tradición familiar. “A pesar de todas las adversidades, el amor por el órgano sigue intacto”, afirma su hijo Daniel. Especialmente en Baviera, donde el órgano de la iglesia del monasterio de Speinshart de 1996 representa para Marx una referencia emocional, se hace evidente su devoción por la música. Corriente de Donau-Ries informó.
Mientras tanto, un órgano único despierta el interés de los amantes de la música en todo el mundo: el gran órgano Steinmeyer de 71 pasos, op. 1400, construido en 1925, considerado uno de los pocos instrumentos originales de esta época que se conservan. Diseñado por el organista berlinés Otto Dunkelberg, ha seguido siendo un legado de la construcción de órganos a lo largo de las décadas, aunque se vio amenazado por la agitación de la Segunda Guerra Mundial y los cambios provocados por la era neobarroca. Ahora, tras un proceso de restauración de tres años realizado por el taller de órgano Fleiter, ha vuelto a ser totalmente reproducible y fue inaugurado en 2018. Este órgano ofrece una amplia gama de sonidos que permite interpretar música desde el siglo XIX hasta principios del XX e impresiona por su impresionante dinámica, que va desde tonos suaves hasta sonidos potentes, como Foro de trabajo principal informó.
Estas dos historias –el viaje personal de Helmut Marx como constructor de órganos y el regreso de un instrumento único al mundo de la música– demuestran el profundo entrelazamiento de la pasión y la tradición en el mundo de la construcción de órganos, un legado verdaderamente perdurable de la historia de la música.