Los palestinos mueren de hambre o son asesinados por israelíes que buscan ayuda
Más de 1.000 palestinos han sido asesinados por las tropas israelíes desde mayo mientras buscaban ayuda. Lea cómo surgió esta crisis humanitaria en Gaza y qué acontecimientos están ocurriendo actualmente.

Los palestinos mueren de hambre o son asesinados por israelíes que buscan ayuda
Después de 21 meses de guerra en Gaza, la franja costera está marcada por escenas cada vez mayores de muerte y hambre. La gente está muriendo tratando de conseguir ayuda, otros están muriendo de hambre y las críticas a las acciones de Israel se expresan incluso entre muchos de sus aliados más cercanos. Las Naciones Unidas dicen que más de 1.000 personas han muerto mientras buscaban alimentos desde finales de mayo, cuando una nueva y controvertida agencia de ayuda, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), comenzó su trabajo.
La situación en Gaza: un asedio total
Antes del conflicto, Gaza ya era una de las zonas más aisladas y densamente pobladas del mundo, con alrededor de dos millones de personas viviendo en una superficie de 363 kilómetros cuadrados. Israel ha mantenido estrictos controles durante años mediante un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo que ha restringido severamente el movimiento de bienes y personas. Según la ONU, más de la mitad de los residentes estaban desnutridos y vivían por debajo del umbral de pobreza.
Antes de la guerra, el flujo de suministros de ayuda a Gaza había aumentado a entre 500 y 600 camiones por día. Desde entonces, esa cifra se ha reducido a un promedio de sólo 28 camiones por día, informó el miércoles un grupo de organizaciones humanitarias. No está claro si esta cifra incluye los camiones utilizados para las operaciones de GHF.
La crisis humanitaria está empeorando
Tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 que mató a más de 1.200 personas y tomó a más de 250 rehenes, Israel ordenó un "asedio total" de Gaza, cortando el suministro de electricidad, alimentos, agua y combustible. Como resultado, rápidamente se desarrolló una crisis humanitaria cuando los residentes atrapados enfrentaron tanto el hambre como una devastadora ofensiva militar israelí. Grupos de derechos humanos criticaron el uso de alimentos por parte de Israel como "arma de guerra" y acusaron al país de utilizar "castigos colectivos".
Un breve respiro y un alto el fuego temporal
Como resultado de la presión internacional, los primeros suministros de ayuda llegaron a Gaza a finales de octubre. El 24 de noviembre de 2023 comenzó un alto el fuego temporal entre Israel y Hamás, lo que aumentó ligeramente los flujos de ayuda. Pero el alto el fuego fracasó una semana después.
Las entregas de ayuda volvieron a caer, mientras que los estrictos controles israelíes continuaron retrasando las entregas. Las autoridades israelíes dijeron que los controles eran necesarios para evitar que Hamás desviara la ayuda, mientras que los funcionarios humanitarios acusaron a Israel de recortar deliberadamente la ayuda.
Colapso del orden social
A medida que la ofensiva de Israel destruyó franjas de Gaza, desplazó a la mayoría de sus residentes y debilitó el control de Hamas, la anarquía se extendió. Los saqueos se convirtieron en un nuevo obstáculo para los camiones de la ONU y aumentaron las víctimas en los lugares de socorro. La ONU advirtió apenas unas semanas después de iniciada la guerra que el orden público estaba empezando a deteriorarse a medida que palestinos desesperados robaban harina y productos de higiene de los almacenes.
En noviembre de 2024, la ONU volvió a hacer sonar la alarma, diciendo que la capacidad de entregar ayuda había “desaparecido por completo”. En uno de los peores saqueos se perdieron más de 100 camiones. Los conductores se vieron obligados a descargar los camiones bajo amenaza de violencia, los trabajadores resultaron heridos y los vehículos sufrieron daños importantes.
Una nueva organización de ayuda y la tragedia del hambre
En enero de este año, Israel prohibió a la UNRWA operar en Gaza, privando a cientos de miles de personas del acceso a servicios vitales como alimentos, atención médica y educación. En mayo, el GHF anunció que comenzaría a distribuir ayuda con la aprobación de Israel. Poco antes de su lanzamiento, el director del GHF, Jake Wood, dimitió diciendo que era imposible llevar a cabo el trabajo “con estricto respeto a los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia”.
La ONU se negó a participar en este modelo porque el GHF violaba algunos principios humanitarios básicos. Los críticos señalaron que sólo hay un pequeño número de puntos de distribución de GHF en el sur y centro de Gaza - muchos menos que bajo el modelo anterior de la ONU, lo que resulta en grandes concentraciones de personas en lugares limitados.
El domingo, el Ministerio de Salud de Gaza informó que diez personas murieron debido al hambre y la desnutrición en 24 horas, elevando el número total de muertes palestinas por inanición a 111. El miércoles, 111 organizaciones humanitarias internacionales pidieron a Israel que pusiera fin a su bloqueo y aceptara un alto el fuego, advirtiendo que los suministros en el enclave ahora estaban "completamente agotados".
Reacciones internacionales y el futuro de la ayuda
Un funcionario israelí dijo en una conferencia de prensa el miércoles que se esperaba que se enviara más ayuda al enclave en el futuro. "Queremos ver más y más camiones entrando a Gaza y distribuyendo ayuda mientras Hamás no esté involucrado", dijo el funcionario.
La presión internacional sobre Israel continúa creciendo, incluso por parte de Estados Unidos. El lunes, los ministros de Asuntos Exteriores de 25 países occidentales criticaron a Israel por el "goteo de ayuda" a la Franja de Gaza. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel desestimó la declaración calificándola de "poco realista".