¡Papa! ¡Amigo! Los peruanos recuerdan al joven Papa estadounidense
En Chiclayo, los peruanos celebran el nombramiento del Papa León XIV, el primer Papa americano. Los recuerdos de sus raíces e influencia en el Perú perduran.

¡Papa! ¡Amigo! Los peruanos recuerdan al joven Papa estadounidense
Chiclayo, Perú – La plaza principal de Chiclayo estaba llena de actividad. Los sonidos de martillos y música llenaron el aire mientras la gente se reunía expectante alrededor del escenario con grandes pantallas digitales instaladas frente a la catedral de la ciudad. La misa abierta del sábado prometía ser particularmente festiva: celebró la elevación del Papa León XIV, el primer Papa estadounidense, más conocido aquí como Robert, el primer Papa chiclayano.
Un evento inolvidable
Una fila de mujeres se formó a través de las puertas abiertas de la catedral, preparándose para confesarse. Un coro de niños cantaba en las escaleras mientras dos hombres en pantalones cortos dirigían una clase de baile que luchaba por llamar la atención con los graves profundos de la música secular en la calle. Pancartas que representaban el rostro sonriente de Leo colgaban a lo largo de la plaza, y su representación de 10 pies de alto recordaba a la gente la noche que se avecinaba. Un restaurante local tenía un cartel que anunciaba su popular guiso de cabra, que se decía que era el plato favorito de Leo cuando vivía aquí.
Una oración por un milagro
En la catedral, Amalia Cruzado, de 52 años, se sentó en los bancos y lloró en silencio mientras estiraba los brazos.
"Es un día de milagros. Chiclayo es muy bendecida", dijo. Después de su oración, iba a casa y recogía a su familia para asistir juntos a misa por la tarde; su anciano padre, que padecía cáncer, necesitaba desesperadamente un milagro para su salud.
Las raíces del Papa León XIV
El Papa Leo nació como Robert Prevost en los Estados Unidos, pero en su nación adoptiva de Perú, donde adquirió la ciudadanía en 2015, es chiclayano, hijo de la bulliciosa ciudad del norte de Perú donde se desempeñó como obispo durante años después de trabajar como sacerdote en el campo.
Recuerdos de la infancia
Todos aquí tienen una historia sobre él. En la década de 1980, Nicanor Palacios fue monaguillo junto a Leo durante sus primeros años de sacerdocio en la cercana Piura y viajaba con él a los servicios. “Cuando era joven sacerdote, a menudo lo enviaban al campo”, recuerda Palacios, quien ahora trabaja como técnico en la Fuerza Aérea. “Nos llevó a almorzar en el jeep de la parroquia”.
"No le resultó difícil encajar. En aquella época había un pequeño pueblo llamado Kilómetro 50 en la carretera de Panamá. Allí nos llevaba a comer carne seca y plátanos fritos. Le gustaba ese tipo de comida y el ambiente rural. Comía como un campesino del norte del Perú: yuca, pescado frito, tal vez un bocado de carne frita".
“Aprecié mucho sus consejos, porque muchos jóvenes se perdían en esa época, pero él era un joven, de 24 o 25 años, muy serio y lleno de consejos”, dijo Palacios, cuya madre murió temprano y para quien Leo y los demás monaguillos se convirtieron en una segunda familia.