¿Mito o realidad? ¡El derecho de Israel a existir en el derecho internacional al descubierto!

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El artículo examina por qué ningún Estado, incluido Israel, tiene un “derecho a existir” inherente y analiza los antecedentes políticos y legales de esta afirmación.

¿Mito o realidad? ¡El derecho de Israel a existir en el derecho internacional al descubierto!

En una sorprendente afirmación que desafía las narrativas convencionales, la idea del “derecho a existir” inherente de un Estado está bajo fuego. Esta controvertida perspectiva, de la que a menudo se hacen eco los líderes occidentales, particularmente en lo que respecta a Israel, está siendo examinada por sus inexactitudes legales e históricas. La afirmación de que la existencia de Israel tiene sus raíces en el derecho internacional, como sugirió el presidente francés Emmanuel Macron, es fundamentalmente errónea. Se refirió a la Resolución 181(II) de la ONU de 1947 como la base de la legitimidad de Israel, pero esta resolución simplemente proponía un plan de partición para la Palestina ocupada por los británicos, no una base legal para la condición de Estado.

Los críticos argumentan que ningún Estado, incluido Israel, posee un derecho inherente a existir, ya que la condición de Estado es una realidad política más que legal. El establecimiento de un Estado-nación surge de declaraciones hechas por quienes lo representan, no de un derecho legal. El Plan de Partición de la ONU, adoptado en medio de una intensa presión de Estados Unidos, no creó a Israel; fue simplemente una propuesta que el Consejo de Seguridad nunca reconoció como vinculante. La posterior declaración del Estado de Israel por parte de David Ben-Gurion fue un acto político, que culminó a partir de migraciones y conflictos históricos, más que una afirmación legal de la condición de Estado.

Contexto histórico y consecuencias

El Plan de Partición enfrentó el rechazo de los estados árabes, que lo vieron como una violación del derecho de los palestinos a la autodeterminación. Este derecho está consagrado en el derecho internacional y sigue siendo una cuestión polémica en la actualidad. El Ministro de Relaciones Exteriores de Irak, Fadhel al-Jamali, advirtió que la partición conduciría a más conflictos, una predicción que resuena con las tensiones actuales en la región. La narrativa de que Israel se estableció a través de procesos internacionales legítimos se ve cada vez más como una distorsión de la historia, que eclipsa la difícil situación de los palestinos y las complejidades de su lucha por la autodeterminación.

A medida que la comunidad internacional lidia con las consecuencias de estas decisiones históricas, el llamado a una reevaluación de los marcos legales y morales que rodean la condición de Estado se vuelve más urgente. El conflicto en curso y la militarización de Israel resaltan la necesidad de un examen crítico de las narrativas que han moldeado las percepciones de legitimidad y derechos en la región. El discurso en torno a la existencia de Israel sigue evocando fuertes emociones y exige una comprensión más profunda de las intrincadas realidades en juego.