Los objetivos climáticos de Europa bajo presión: ¿progreso o estancamiento?
Conferencia de la ONU sobre el clima COP30 del 10 de noviembre en Belém: se necesitan nuevos enfoques para la protección del clima y el empleo europeo.

Los objetivos climáticos de Europa bajo presión: ¿progreso o estancamiento?
El 24 de octubre de 2025, los desafíos en el ámbito de la protección del clima volverán a estar en el centro de atención, mientras se acerca la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en Belém a partir del 10 de noviembre. En este contexto, el Parlamento Europeo ha hecho demandas claras que subrayan la urgencia de la cuestión. El diputado del SPÖ EU, Günther Sidl, subraya que es fundamental adoptar un enfoque holístico en la protección del clima. Requiere estrategias innovadoras en las áreas de producción limpia, agricultura sostenible e investigación de tecnologías medioambientales. Estos nuevos enfoques podrían asegurar la ventaja tecnológica que es crucial para los futuros empleos europeos. Sin embargo, Sidl advierte contra la dilución de los avances ya logrados en el Pacto Verde y señala que la emergencia climática fue declarada en el Parlamento Europeo hace años.
La situación actual muestra una regresión en varios ámbitos, especialmente en lo que respecta al objetivo climático para 2040, que pretende reducir las emisiones en un 90 por ciento. Los científicos advierten inequívocamente sobre consecuencias devastadoras si estos objetivos ya no se persiguen seriamente. Esto ocurre bajo la presión del Partido Popular Europeo, que es criticado por rechazar las medidas decididas. Estos acontecimientos plantean cuestiones como la de anclar una política climática eficaz en la agenda política permanente.
El contexto de la política climática en Europa
La política climática ha sido un tema central desde las elecciones parlamentarias de la UE en mayo de 2019. En ese momento, el movimiento Fridays for Future se manifestó en todo el mundo, lo que indica una creciente conciencia de la urgencia de la crisis climática. Entre los electores había un número especialmente elevado de jóvenes que apoyaban a los Verdes. Ursula von der Leyen presentó posteriormente el Pacto Verde como una piedra angular de su agenda, con el ambicioso objetivo de hacer que Europa sea climáticamente neutra para 2050. Sin embargo, voces críticas de países como Hungría y Países Bajos resaltan las tensiones que surgen al implementar estos planes.
Los efectos de la pandemia del coronavirus a partir de 2020 también han desencadenado importantes debates sobre la transición del transporte y la promoción de tecnologías verdes. En 2024, se aprobó una amplia legislación para endurecer el comercio de emisiones y garantizar la neutralidad climática para mediados de siglo. Sin embargo, existe desacuerdo sobre el tipo de medidas que se deben tomar. Países como Francia y Polonia dependen de la energía nuclear, mientras que Alemania y España se centran en las energías renovables.
Retos y soluciones actuales
Las elecciones europeas de 2024 consolidaron la posición de los partidos escépticos respecto del Pacto Verde. Esto llevó a que importantes fuerzas políticas, especialmente del Partido Demócrata Cristiano del PPE, exigieran que se tuvieran en cuenta las preocupaciones económicas. Como resultado, las leyes climáticas y ambientales han sido bloqueadas o debilitadas, lo que ha impactado negativamente la implementación seria de los objetivos climáticos. Esto se ve exacerbado aún más por los desafíos económicos actuales. Se prevé que 2024 será el año más cálido jamás registrado, lo que refuerza aún más la urgencia de actuar.
En el debate actual también se destaca el papel de la industria del automóvil. Ursula von der Leyen planea apoyarlos en el futuro mediante un “acuerdo limpio”. Con ello se pretende garantizar la competitividad y no poner en riesgo el cumplimiento de los objetivos climáticos. Las medidas que la UE está planeando en los próximos años requerirán inversiones anuales de cientos de miles de millones, aunque el consenso sobre la deuda compartida sigue siendo controvertido. Una cuestión clave es también la disminución de la conciencia pública sobre la crisis climática, a pesar de que una encuesta del Eurobarómetro muestra que el 77% de los encuestados ve el cambio climático como un problema grave.
Los avances en la protección del clima son de crucial importancia en Europa. Por lo tanto, el resultado de la próxima conferencia sobre el clima en Belém debería señalar el camino para el futuro de la política climática europea. Los desafíos que tenemos por delante requieren tanto determinación política como un amplio apoyo social para acercarnos a los objetivos climáticos.