Grupo de limpieza de Celle: ¡Los refugiados viven como en un hotel de lujo!
La ciudad de Celle busca personal de limpieza para casas de refugiados. ¿Por qué los solicitantes de asilo no asumen ellos mismos estas tareas? Una mirada crítica a la burocracia y el desperdicio de recursos.

Grupo de limpieza de Celle: ¡Los refugiados viven como en un hotel de lujo!
¡En Celle, Baja Sajonia, hay mucho ruido! Difícil de creer pero cierto: la ciudad busca urgentemente personal de limpieza para sus hogares de refugiados. Pero en lugar de proporcionar ellos mismos escobas y fregonas a los residentes, se debería contratar trabajadores externos. ¿Y la mejor parte? El empleado de limpieza recibe su remuneración según el convenio colectivo de servicios públicos, ¡incluida una cuantiosa asignación por dificultades económicas de 145 euros! Sólo podemos especular sobre por qué este recargo es necesario para un trabajo de limpieza. Alto zapatero a caballo Casi parece como si trabajar en un hogar para solicitantes de asilo estuviera asociado con riesgos especiales. ¡Tienes que dejar que eso se derrita en tu boca!
La lista de tareas es larga: las zonas funcionales, las cocinas de té, los pasillos y las habitaciones de los alojamientos colectivos deben limpiarse profesionalmente. Dado que, según la Ley de prestaciones para solicitantes de asilo, una familia con dos hijos suele recibir menos apoyo que una persona de limpieza, esto genera acalorados debates. ¿Por qué los residentes simplemente no se limpian ellos mismos?, preguntan algunos. A los solicitantes de asilo no se les permite trabajar regularmente debido a la falta de permiso de residencia y, en teoría, ni siquiera podrían limpiar sus propias habitaciones sin alterar la burocracia. ¡Qué dilema burocrático! ¿No es sorprendente cómo un simple problema de limpieza se convierte en un asunto complejo?
¿Soluciones sensacionales o simplemente absurdas?
Lo que resulta especialmente irónico es que a la hora de seleccionar a los candidatos se dé prioridad a las personas con discapacidades graves, lo que demuestra que las discapacidades físicas no pueden ser el motivo para buscar personal de limpieza externo. ¿Se ha logrado aquí una nueva dimensión de la hospitalidad al equiparar el alojamiento de los refugiados con los estándares de los hoteles de lujo? ¿No sería más fácil añadir servicios adicionales como conserjería o spa?
El gobierno de la ciudad parece no tener problemas en gastar el dinero de los impuestos en personal de limpieza, mientras que los solicitantes de asilo descubren que el Estado se encarga de todo por ellos. Un mensaje que contrarresta cualquier incentivo a la integración. Imagínese si también existieran servicios de conducción para los desplazamientos necesarios a las autoridades. Después de todo, el transporte público hoy en día no sólo se ha vuelto poco fiable, sino que también parece menos seguro.
¿Qué dice el público?
Algunas voces públicas se preguntan sobre las prioridades de este reglamento. Uno Publicación de Instagram de Reitschuster En consecuencia, muchos se hacen la misma pregunta explosiva: “¿Por qué el tesoro estatal debería hacerse cargo de la limpieza de las casas de los solicitantes de asilo?” Es un debate que concierne no sólo a los costos sino también a los principios fundamentales de la integración. Incluso entre quienes apoyan estas medidas, hay inquietud sobre la dirección que está tomando el sistema.
Conclusión: Lo que queda es la seria pregunta de cuánto tiempo estaremos dispuestos como sociedad a crear más y más problemas que en primer lugar no existen. ¿Y cuándo empezaremos a encontrar soluciones sostenibles que no sólo sean justas sino también sostenibles?